Los trabajadores de la línea 164 (ex 165) se declararon en estado de asamblea permanente, paralizando el servicio desde las cero horas, debido «al incumplimiento por parte de la empresa de varios puntos acordados entre las partes, luego de que los nuevos patrones se hicieran cargo de la línea, como la falta de pago de la totalidad del aguinaldo, persecución laboral, despidos injustificados, falta de liquidación a choferes que son licenciados por ART».
Este conflicto explota tiempo después «de la gran batalla, de siete meses, que se libró con un histórico plan de lucha de las viejas líneas de la Loma -112/165/243». Debido a esa situación se impuso una licitación gracias a la cual todos los trabajadores volvieron a trabajar en dos líneas distintas: la 119 que reemplazó a la 112 – administrada por Transportes del Sur- y 164 que hizo lo mismo con la ex 165, administrada por DOTA, bajo el nombre de “Tomas Guido”.
Ahora, los trabajadores denuncian nuevas faltes, en este caso, a manos de DOTA.