El gobierno bonaerense desplegó hoy un operativo de asistencia casa por casa y con ayuda de las fuerzas de seguridad en el barrio de Villa Azul, cuyos 5.000 habitantes entraron en un estricto aislamiento por 15 días tras haberse detectado 84 casos positivos de coronavirus.
La asistencia supone la entrega de alimentos y artículos de limpieza para abastecer a la población de este barrio, que abarca zonas de Quilmes y Avellaneda, mientras se esperan los resultados de otras cien pruebas tomadas a vecinos del asentaminto.
Las autoridades indicaron además que el reparto de bolsones se inició por las casas donde residen personas con contagios o casos sospechosos, un total aproximado de «900 viviendas, con más de una familia en cada una (en algunos casos)».
«Se garantiza atención de salud en los dos centros municipales de Quilmes y Avellaneda y, además, se dispuso ampliar con consultorios móviles de provincia y otro de Nación», aseguraron las autoridades provinciales y municipales.
Villa Azul es un barrio popular habitado por unas 5.000 personas, de las cuales 3.000 están ubicadas en el partido de Quilmes y 2.000 en la vecina Avellaneda.
Allí se tomó la decisión de cerrar todos sus límites durante dos semanas para «frenar el foco y no expandirlo», según explicó el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque.
Para mantener cerrado el barrio y permitir sólo las salidas por criterio sanitario, el gobierno afectó a unos 300 efectivos de las distintas fuerzas de seguridad, que se distribuyen de a cien por turno.