
El municipio de Lanús exigió al sector bancario asentado en el distrito el cumplimiento de una serie de medidas de carácter obligatorio destinadas a garantizar la distancia social y las medidas de prevención de Covid-19 durante la actividad diaria en las diferentes sedes y sucursales.
El primer punto del texto refiere a garantizar el distanciamiento de 1,8 metros entre los vecinos que estén haciendo las filas para ingresar a los establecimientos. Para ello, cada entidad deberá demarcar las veredas y contar con empleados destinados a verificar la ejecución de esa norma básica para frenar la proliferación de la enfermedad.
Asimismo, los bancos deberán priorizar la atención de las personas que pertenezcan a los grupos de riesgo y disponer de mobiliario tales como, sillas u otros elementos que aseguren una buena calidad en la atención a dicha población tanto afuera de la entidad como en su interior.
Otro punto destacado es el otorgamiento de turnos. A través de este sistema, se asegurará el orden durante la atención al público y se evitará el aglomeramiento de gente lo cual, implica un serio riesgo para la salud de clientes y empleados.
«Mediante esta nueva normativa que dispuso el intendente Grindetti obligamos a los bancos a colaborar con el municipio en el armado de filas en las puertas de cada sucursal, poniendo más recursos de partes de los bancos para garantizar el distanciamiento social y las medidas de seguridad», afirmó el Jefe de Gabinete local, Diego Kravetz.
Esta nueva normativa fue emitida en función de la Decisión Administrativa 490/2020 que exceptúa a la actividad bancaria del cumplimiento de la cuarentena obligatoria sancionada por el Gobierno nacional el 20 de marzo a raíz de la declaración de la Pandemia por COVID-19.
El municipio a través de su área de Control Comunal hará un seguimiento del cumplimiento de la resolución.