Ciento veintiséis piezas de colección, entre cámaras, lentes y filmes del Siglo XIX y XX, que habían sido robadas el miércoles pasado del Museo Histórico Fotográfico de Quilmes, fueron recuperadas en el domicilio de un coleccionista uruguayo que aseguró haberlas comprado de buena fe, informaron fuentes policiales.
La investigación comenzó luego de que Gabriela Manzo, directora del establecimiento ubicado en la calle 25 de Mayo 218, entre Lavalle y Brown, de la mencionada localidad del partido homónimo del sur del conurbano, denunciara el faltante en las vitrinas de varias cámaras fotográficas en exhibición, de gran valor histórico, además de cámaras de galería, computadoras y otros elementos del inmueble.
Por este motivo, efectivos del Departamento Protección del Patrimonio Cultural de la Policía Federal Argentina (PFA), que intervinieron en la investigación, generaron un alerta a la Aduana y a las restantes fuerzas federales.
Asimismo, consultaron en la base de datos Interpol, sobre obras y objetos de arte robados, para impedir que los elementos sustraídos salieran del país.
También se puso en conocimiento del caso al Comité Argentino de Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, perteneciente al Ministerio de Cultura.
Avanzada la búsqueda, los detectives lograron determinar que las piezas robadas del museo habían sido adquiridas por un coleccionista domiciliado en la localidad bonaerense de Banfield.
Los uniformados acudieron a la vivienda del hombre, un ciudadano uruguayo de 76 años, quien les manifestó a los agentes que había comprado el lote completo de buena fe, y posteriormente puso a disposición de la PFA las 126 piezas de colección, entre las que se destacan cámaras fotográficas, lentes y filmes del siglo XIX y XX.
La causa está en manos de la fiscal Ximena Santoro, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Quilmes, que caratuló el expediente como “robo”.