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Reactivación de la industria

La pandemia de la Covid19 no sólo afectó la salud de las
personas, sino también los entramados productivos en todas las regiones del
mundo. En el país, las últimas cifras difundidas por la Unión Industrial
Argentina (UIA) informan una caída del 2,2 por ciento interanual en julio y una
mejora del 8,4 por ciento con relación al mes anterior.

Asimismo, desde la Secretaría de Industria del Gobierno
nacional aseguraron que se “está saliendo de una situación difícil” y
destacaron las distintas medidas tomadas con el objetivo de generar empleo.

Uno de los rubros que está ayudando a la paulatina
reactivación de la industria y de la economía es el vinculado al aluminio. En
México, estas empresas mueven cerca de 15 mil millones de dólares al año y
fueron esenciales para frenar la parálisis en los sectores automotriz,
alimentación y medicina. Asimismo, desde la Confederación Española de
Organizaciones Empresariales del Metal afirmaron que ese ámbito desempeña un
rol decisivo para revivir a las desbastadas finanzas en la pospandemia.

Una distribuidora de aluminio trabaja con metales que se
distinguen por su versatilidad, ligereza, maleabilidad y resistencia. Estos
materiales, además, no generan un fuerte impacto en el ambiente ni poseen un
alto consumo energético, lo que permite que puedan ser empleados en distintos
proyectos empresariales y hogareños.

De acuerdo a un estudio presentado por la Escuela de
Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín, en la actualidad,
la industria nacional abastece la totalidad del mercado interno y exporta más
de 60 por ciento de su producción desde hace varias décadas. Y si bien su
proceso productivo presenta un alto costo, se lo considera un metal verde no
solo por su abundancia sino también por presentar amplios beneficios
económico-ambientales en su reciclado.

La historia de la producción de aluminio en Argentina se
remonta a 1949, cuando un grupo de industriales forma la Cámara Industrial del
Aluminio y Afines, que luego pasó a denominarse Cámara Argentina de la
Industria del Aluminio y Metales Afines (CAIAMA). Hacia principios de la década
del ’70, el Estado impulsa un programa junto a entidades privadas para
desarrollar esta industria en Puerto Madryn, provincia de Chubut. En el lugar
elegido, además, se construye un puerto y una central hidroeléctrica. Durante
los primeros años, se producen 140 mil toneladas anuales, lo que permitió
abastecer a toda la demanda local. En la actualidad, la capacidad productiva
supera las 460 mil toneladas al año.

El coronavirus, las medidas de aislamiento y el impacto en
las economías llevan a erigir a la industria como un pilar fundamental en la
reactivación de los países. Pero, además, permite configurar y repensar nuevos
modos de producción y desarrollo para la pospandemia.

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