
La feria La Salada reabrió ayer sus puertas en Lomas de Zamora, tras siete meses de inactividad. Luego de las nuevas habilitaciones decretadas por el gobierno provincial, los predios Ocean, Urkupiña y Punta Mogote empezaron a recibir gente.
Se instalaron los protocolos sanitarios ya consagrados: menos afluencia de gente y menos puestos abiertos para ganar distancia social. En las puertas de acceso dos empleados toman la temperatura y sirven alcohol en gel para las manos. Otros aspersores sanitizantes terminan con las tareas de prevención a quienes entran al galpón principal. Al interior del mercado se ingresa por una puerta y se egresa por la otra a fin de evitar el cruce y la mezcla de personas: el barbijo es obligatorio, se pintaron marcas en el piso para respetar el distanciamiento, se colocaron paneles trasparentes en las entradas de los comercios y los vendedores deben acreditar un permiso de trabajo, informó Infobae.
En el primer día de su reapertura, los puestos en uso dentro del galpón fueron menos de la mitad y la circulación de clientes fue sensiblemente menor. En los comercios, tanto los perimetrales como los internos, se acordó abrir un día los pares y otro día los impares: la secuencia sugerida es abierto-cerrado-abierto. Mentras que los locales abiertos no deben superar el 50%, la ocupación de predio deberá ser menor al 30% de la capacidad total. Se estima que por día podrán abrir unos 10 mil locales.
La feria funcionará con la misma frecuencia que en época pre pandemia: desde las ocho de la mañana hasta después del mediodía los lunes, miércoles y sábados.