Uncategorized

La utilidad de un test de orientación vocacional

Cuántas veces hemos escuchado frases como ¿Qué vas a hacer
cuando seas grande? ¿Qué te gustaría estudiar? ¿A qué universidad vas a ir? Y
lo cierto es que decidirse por una determinada carrera universitaria no es
tarea sencilla, porque implica hacer múltiples elecciones.

La orientación vocacional ayuda al proceso, debido a que emplea
distintas técnicas y recursos con el objetivo de indagar sobre las preferencias
de una persona y a partir de ellas priorizar aquellos campos más afines a su
perfil.

Para lograrlo se realiza un test de orientación vocacional,
en el que se exploran las habilidades, gustos, aptitudes, y áreas de
conocimiento del interesado. El test es el punto de partida, porque incluso permite
descubrir titulaciones universitarias y terciarias,  y todo lo vinculado a carreras cortas,
capacitaciones y cursos.   

En la actualidad, existen diversos tests. Uno general integrado
por varias preguntas que guiarán a la persona hacia donde enfocar sus estudios
universitarios. Luego, se podrá llevar adelante un segundo test para obtener
indicaciones específicas dentro de las áreas Ciencias Biológicas y
Agropecuarias, Ciencias Económico Administrativas, Ciencias Exactas, Ciencias
de la Educación, Arte, Arquitectura y Diseño, Ciencias Sociales, Ciencias de la
Salud e Ingenierías. De esta manera, se podrá obtener una recomendación más
acertada sobre qué carrera estudiar.

No hay una edad específica para hacer un test de orientación
vocacional. Pero sí algunas recomendaciones. La primera es que ser sincero con
uno mismo y tener en cuenta las fortalezas y debilidades propias. Así, se podrá
elegir o descartar una titulación de manera sencilla. La segunda es no hacer
oídos sordos a los gustos y aficiones personales. Estudiar y hacer lo que uno
ama permite disfrutar mucho más del camino a emprender.

También hay que tener en cuenta que existen carreras que,
lamentablemente, tienen poca salida laboral, mientras que otras no pueden
cubrir la demanda por falta de gente cualificada. En este punto es fundamental
encontrar un equilibrio entre estudiar lo que a uno le gusta y la inserción
laboral. Es importante, además, no dejarse llevar por las modas o tendencias de
la mayoría.

Por otra parte, se debe profundizar sobre los aspectos que
involucra una determinada carrera, conociendo su plan de estudios y las prácticas
que puedan contemplarse. Así, se evitan sorpresas desagradables o
desalentadoras que terminan por expulsar al estudiante de la carrera.

Todas las ofertas académicas poseen una duración similar
aunque, como dijimos anteriormente, hay otras carreras cortas, capacitaciones y
cursos que pueden darte una salida laboral más rápida o te permitan trabajar y
estudiar al mismo tiempo.

La decisión sobre los estudios superiores es vital porque
puede llevar a la persona hacia un futuro muy prometedor o totalmente
desastroso. En ese sentido, hay que descartar ciertos mitos o creencias como
que estudiar una carrera con alta demanda o bien remunerada genera
automáticamente riqueza; que por el simple hecho de ir a la universidad el
empleo está asegurado; o que es obligatorio finalizar la carrera que se haya
comenzado. Todo depende de cada uno y de las decisiones que se tomen. Si
existen muchas dudas, siempre se puede recurrir a un orientador vocacional para
que ayude en el proceso de elección.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *