El titular de la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires, Raúl Santoandré, aseguró hoy que existe una «fuerte preocupación en el sector» por lo que describió como «los continuos y desmedidos aumentos de precios de los insumos» con los que se elaboran los productos panificados.
No obstante, indicó que «los panaderos van a ser cautos a la hora de aumentar” los precios de venta de sus productos porque -subrayó- saben que el pan “es un alimento esencial en la mesa de los argentinos» y «no se puede jugar con el bolsillo del consumidor».
«Hay fuerte preocupación del sector por los continuos y desmedidos aumentos de precios de los insumos con que se elaboran muchos de los productos panificados», aseveró Santoandré en diálogo con Télam.
En este sentido, indicó que hay «un aumento en las materias primas que componen la elaboración de una panadería, de 60% en marcas líderes de margarina y grasa».
«En el caso de la levadura o el dulce de leche, cada semana o cada diez días informan que hay retoques de precios», agregó.
En este contexto, sostuvo que «el panadero no puede aumentar sus productos permanentemente, porque no puede jugar con el cliente ni con el bolsillo de los consumidores”.
Detalló que «la harina por ahora se está manteniendo estable”, pero insistió con que sí están «preocupados» por la evolución de los precios «de las demás materias primas».
Santoandré señaló que esto se suma «al endeudamiento» asumido por el sector frente a «los tarifazos aplicados el anterior gobierno”, y aseguró que “muchos panaderos están endeudados, con moratorias que cuesta pagar por las escasas ventas y la presión tributaria».
En este contexto, estimó que el salto en los costos «se trasladará a precios, el panadero no lo va a poder absorber», y estimó que “el aumento rondará los $ 15 en el pan”.
Además, afirmó que el aumento “en las demás elaboraciones será superior”, porque explicó que “en lo que es dulce –como facturas, masitas y tortas- influye muchísimo la margarina y la grasa».
Por otro lado, denunció que, “a nivel industrializado, la elaboración clandestina compite contra una panadería que está habilitada y paga los impuestos» y pidió la «ayuda del Estado y mayor control de lo que es el sector».