La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud (Cicop) bonaerense aseguró hoy que «liberar las patentes y las vacunas, decidir su producción pública y soberana» y determinar «un presupuesto de emergencia y mejoras salariales y el nombramiento de personal» en el contexto de la emergencia «es indispensable para avanzar hacia la inmunización masiva».
«El número de consultas e internaciones registró un leve descenso luego de varias semanas con récord de contagios. Pero aún hay porcentajes muy importantes de ocupación de camas críticas, lo que obliga a trabajar en los establecimientos en condiciones de saturación y a utilizar el sistema de derivación de pacientes», afirmó la organización gremial.
Un documento de la Cicop, que conduce Pablo Maciel, sostuvo que las medidas adoptadas para disminuir la circulación, la suspensión de la presencialidad escolar y el esfuerzo del equipo de salud en la primera línea evitaron «un colapso total en la segunda ola de coronavirus, pero se mantiene en tensión todo el sistema de salud», enfatizó.
Para el gremio, es preciso mantener un plan de restricciones temporales de ramas no esenciales, con apoyo social, y explicó que el agotamiento de los equipos de salud «se exacerba por el elevado índice de pluriempleo, los bajos salarios, la precarización y el personal mal pago para cubrir dos o tres puestos con una misma persona», añadió.
La Cicop reclamó inmediatas reformas de las condiciones laborales y salariales para el personal sanitario y sostuvo que «será imposible construir un sistema público de calidad con trabajadores sin plenos derechos y sin avanzar hacia un aumento presupuestario».
«El 95 por ciento de las personas internadas en terapia intensiva corresponde al grupo de no inmunizados. Las vacunas son la herramienta clave para superar la pandemia.
Pero la desigualdad en la producción y distribución a favor de los países centrales evidencia que las dosis son un negocio de las corporaciones y no un bien social», señaló el gremio.
Para la Cicop, se impone la inversión en investigación, producción y adquisición de tecnología a fin de desarrollar mayores niveles de soberanía sanitaria y afrontar en mejores condiciones la nueva realidad mundial frente a «la emergencia de nuevos virus y enfermedades, que hacen tambalear todas las esferas de la sociedad», agregó.
La organización gremial sostuvo que la liberación de las patentes es necesario para replicar a nivel mundial la producción masiva de las vacunas ya desarrolladas y aprobadas por los organismos respectivos y tener dosis suficientes para que este año sea el comienzo del fin de la pandemia más importante de los últimos cien años.
«Pero la producción y distribución será de forma dispar e insuficiente en el mientras tanto, lo que extenderá la pandemia en los países con menores recursos. En la Argentina se impone la producción pública y masiva. La declaración de utilidad pública de las vacunas producidas en Garín y su consideración como bien social sería estratégico», concluyó.
