El mensaje de la Casa Rosada, al menos el que enviaron los delegados de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, es que en todos lados, el Frente de Todos apueste por la unidad. En Lanús -un distrito en el que el peronismo bajo el nombre de Frente de Todos no gana desde 2011- todo parece más difícil y, a días del cierre de listas, la cuestión parece una olla a presión.
La ausencia de un líder claro, el traje de «padre de la derrota contra Grindetti» que nadie quiere asumir retrospectivamente, un discurso que no supo actualizarse con las novedades sociodemográficas del distrito y un escenario con pocos cargos a distribuir entre muchos aspirantes, es parte del combo «Frente de Todos para Lanús.
Quizá sea la última la más tangible de las dificultades. Dentro del Frente de Todos hay conciencia que una muy buena elección en 2021 permitirá rescatar 6 de las 12 bancas en juego del deliberativo local y suponiendo que las restantes quedarán en manos del Grindetismo.
La lista de candidatos o de espacios que quieren entrar entre los mágicos «6» sobran: Los encolumnados detrás de Julián Álvarez, el Movimiento Evita detrás de Agustín Balladares, los que militan en el «Ateneo», los históricos del PJ, el massismo, quienes acompañan al «Tano» De Gennaro, La Cámpora, Omar Galurralde -que cuenta con apoyo de Darío Díaz Pérez y de Martín Insaurralde- y Camilo Vaca Narvaja, entre otros.
Además, la ley de paridad de género supone que la lista a confeccionar intercale a mujeres y varones, algo que implicaría que alguno de los dirigentes varones cedieran su espacio para candidatas.
Cierto es que muchos espacios jugarán, hasta último momento la carta de una lista propia que deberá ser aprobada a nivel nacional, o negociar dejar libre el espacio en la lista de concejales a cambio de un cargo en otro lugar.
Según fuentes consultadas por APL Noticias en las más altas esferas del Gobierno nacional, nadie quiere imaginar un escenario con 5 o 6 boletas en Lanús y, en todo caso, harán hacer valer el consenso «a la fuerza».
Si es cierto que algunos actores sienten tener más derecho a reclamar la confección de una nómina propia. Tal es el caso del Evita y su candidato, Agustín Balladares, que ya supo conseguir la minoría en las elecciones de 2019 y ubicó a sus candidatos en la lista que participó en las generales de Octubre.
La «bandera verde» para muchas listas también puede tener un resultado incierto: La lista «oficial», con muchos actores de peso dentro, podría terminar entregando espacios (dividiéndose en) a listas secundarias (alternativas) o incluso perder con alguna de ellas. En Nación ya advirtieron que en el grueso de los votantes lo hace por el Frente o por sus candidatos nacionales y a muchos les da lo mismo la volta «A», «B» o «Z» de concejales.
El fin de semana último, un acto con motivo de la inauguación de la Unidad Básica «Canca Gullo» en los bajos de Monte Chingolo terminó con los ánimos crispados entre la variopinta dirigencia que, cuando fue accediendo al micrófono, dejó de lado el llamado a la unidad y comenzó a pasar facturas acumuladas durante años a sus respectivos compañeros. Faltan horas, días, para saber si la unidad del Frente de Todos llega con paz, por un acuerdo local o por la «lapicera» nacional. El escenario que nadie dice querer pero que todos pueden terminar provocando es el de profundizar las heridas y las diferencias, que hoy, no son sólo notarias, sino que rozan el escándalo.