Un niño de 9 años murió y su hermano de 5 resultó herido cuando la moto en la que viajaban fue embestida por un patrullero en Lomas de Zamora y, por el hecho detuvieron a un policía, informaron ayer fuentes de la fuerza y judiciales.
Todo comenzó el sábado a la anoche cuando Agustín Pogonza y Tomás Yedro, primos entre sí, manejaban sus motocicletas de regreso a su domicilio en la localidad de Villa Fiorito, luego de haberse reunido con familiares para ver el partido correspondiente a la final de la Copa Libertadores.
Según explicaron las fuentes, junto a Pongonza viajaba en la parte trasera de la moto su sobrino, de 5 años; mientras que Yedro era acompañado su hermano de 9 años.
En ese contexto, la moto de Pogonza fue impactada desde atrás en la calle Necol al 1093, casi en el cruce con Piobaorja, por un móvil de la Comisaría 7ma. de Villa Centenario, y por tal motivo, el niño quedó herido y tendido sobre la vía pública.
Ante esa circunstancia, la motocicleta manejada por Tomás acudió para ayudar y trasladar al menor de edad a un hospital.
Sin embargo, cuando el joven disponía iniciar su recorrido hacia un centro de salud, con sus dos hermanos en la parte trasera, fue chocado nuevamente por ese mismo patrullero cuando el vehículo policial disponía hacer una maniobra marcha atrás.
Como consecuencia de ese segundo impacto, el niño de 9 años, identificado como Felipe Bautista Yedro, falleció en el acto producto de un «aplastamiento».
Por su parte, el nene de 5 fue trasladado con «múltiples fracturas» hacia la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Lomas de Zamora y, hasta esta tarde, se encontraba en estado reservado.
Luego de ello, los vecinos de Villa Fiorito al ver lo sucedido comenzar a agredir con piedras al personal policial, que respondió al ataque disparando balas de gola.
En tanto, el policía bonaerense que conducía el patrullero, de 21 años, quedó detenido a la espera de ser indagado por el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFIJ) 10 especializada en Delitos Culposos, a cargo de Carlos Patricio Pérsico.
Al respecto, un vocero judicial explicó a Télam que la investigación quedó en manos de la Gendarmería Nacional (GNA), a la vez que se investigaba la presencia de la patrulla en la zona ya que «no estaba en su jurisdicción» y a que «tampoco correspondía a su horario habitual de trabajo».
Por tal motivo, un investigador señaló que se investiga si los efectivos policiales estaban vinculados a la tarea de venta de estupefacientes o de recaudar dinero mediante aprietes.
Por último, una fuente con acceso al expediente señaló que se pidieron los registros de las cámaras de seguridad de la zona, las grabaciones de las últimas modulaciones que realizaron los policías a bordo del patrullero, el secuestro del teléfono celular del detenido y la planimetría del lugar del crimen.
Al respecto, Tomás Yedro, hemano del niño fallecido, relató los acontecimientos en diálogo con el canal de noticias Crónica TV: «Estábamos con mi primo y mis hermanos volviendo a nuestra casa. Veníamos de ver el partido de Boca. A mi primo lo pierdo de vista porque lo chocan antes».
Luego, señaló que no alcanzó a ver que el móvil iba a chocarlos nuevamente tras el primer incidente: «Tratamos de ayudar al más chiquito y lo subo a mi moto. Cuando voy yendo, el policía va en reversa y me choca a mí también. Mi moto iba en marcha, el policía me lleva puesto, yo no lo veo. Lo único que queremos es Justicia».
Por otro lado, el tío de los niños heridos, Agustín, dijo que los policías que iban en el móvil quisieron escapar y que comenzaron a lanzar balas de goma luego de que los vecinos de la zona se percataran de lo sucedido, a la vez que denunció que fue herido en varias ocasiones por los uniformados.
«Queríamos socorrer y encima me reprimen a mí. Los que me tiraron fueron los mismos policías que mataron a mi sobrino», explicó Pongonza mostrando las heridas de balas de goma que recibió en el pecho, en sus brazos y en el abdomen.
En cuanto al estado de salud de su sobrino de 5 años, Agustín indicó que «está fuera de peligro» y que tiene una fractura en el hombro.
Por último, una de las vecinas que fue testigo del hecho, afirmó que la patrulla «venía muy rápido» y sin sirena.
«Salió huyendo, fue una irresponsabilidad total. La criatura estaba tirada en el piso y la arrastró por el piso con el auto. Fue tremendo lo que pasó, la policía no tuvo piedad», cerró con emoción.