- AMBA - Quilmes

Caso Altamura: prisión perpetua para el mejor amigo en un crimen sin cadáver

El mejor amigo de Salvador Altamura, el abogado de Quilmes que desapareció en julio de 2020 y fue asesinado, fue condenado hoy a prisión perpetua como autor de un crimen que se dio por probado pese a que nunca apareció su cadáver.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Quilmes condenó a Rubén Darío Dening (55) a la pena máxima del Código Penal, por mayoría, como autor de un «homicidio agravado criminis causa» -es decir, para ocultar otro delito y lograr la impunidad-, y de manera unánime por el «robo agravado» ocurrido también en la casa de la víctima.

La condena coincidió con lo que había solicitado en su alegato el fiscal del juicio Andrés Nieva Woodgate, y el tribunal informó que los fundamentos se darán a conocer el próximo lunes 27 a las 14.

Ante el presidente del TOC, Rubén Darío Hernández, el secretario leyó el veredicto al cual Dening ya había anticipado en la audiencia anterior que optaba por no estar presente y ser notificado de la decisión de los jueces en su celda del penal de Olmos del Servicio Penitenciario Bonaerense.

La jornada comenzó minutos antes de las 14, cuando en la puerta de los tribunales quilmeños llegaron los familiares de Altamura con flores blancas y carteles que fueron fijando en la fachada de la sede judicial.

«Darío Dening, ¿Dónde lo tiraste con tus cómplices?», decían los carteles, acompañados de una imagen de Altamura con la frase «Verdad y Justicia» y un número de teléfono para que el que tenga información pueda aportar a la causa, que continúa su trámite hasta saber dónde están los restos del abogado.

Más de una docena de familiares y amigos de Altamura ingresaron, luego, a la sala de audiencias y escucharon atentamente la condena que culminó con todos ellos abrazados y con lágrimas en los ojos.

«Es un comienzo, ya lo vamos a encontrar», le se escuchó decir a uno de los abogados que representaban a la familia Altamura.

«Estoy conforme, queremos saber dónde está mi hijo. Lo importante es que están condenados a perpetua», afirmó a Télam la madre de la víctima Norma Wanbold, en la puerta de los tribunales, donde estuvo acompañada de su esposo y Andrea, una amiga de la familia que estuvo presente en todas las audiencias.

Todavía visiblemente emocionada y con lágrimas en sus ojos, la mujer aseguró: «No podemos estar contentos, pero aliviados de la presión por la que pasamos estos tres años, y especialmente el último mes. Ha sido muy angustiante, mucha ansiedad. Esperemos tener un poquito de paz ahora».

Al ser consultada sobre si cree que alguna vez se conocerá dónde fueron arrojados los restos de su hijo, Wanbold sostuvo, y con la voz quebrada por el llanto, que «espera saberlo en algún momento».

«Desde hace mucho hay una nube negra que se instaló en mi corazón y no se va más. Espero que (Dening) quiera hablar en algún momento, no son muchas las esperanzas que guardo. Espero que en algún momento se sepa dónde está, que hable y nos diga dónde está Salvador, para que tenga la despedida que se merece, de la familia, amigos y sobre todo de su hija», concluyó.

Antes de retirarse de los tribunales, la familia de Altamura saludó y se fotografió con la fiscal Ximena Santoro, quien estuvo a cargo de llevar adelante la investigación en la etapa de instrucción.

El juicio por el crimen de Salvador comenzó el pasado 17 de octubre en una audiencia en la que el padre de la víctima reconoció ante el tribunal a Dening como la persona que en las cámaras se seguridad quedó registrada cuando conducía la moto de Altamura, luego descartada en las adyacencias de la Villa Itatí de Bernal.

Dicha filmación le fue exhibida a varios de los testigos del juicio y al menos siete de ellos dijeron creer que era Dening quien estaba a bordo del rodado.

También durante el debate, el imputado aceptó declarar y trató de vincular el caso de Altamura con el comisario mayor Francisco Centurión, detenido por la desaparición de otro joven llamado Lucas Escalante, quien es buscado desde el 9 de diciembre pasado.

Además, el acusado intentó vincular la desaparición de su amigo a los problemas financieros que padecía, al señalar que Altamura tenía «deudas» y que en los últimos días «estaba con miedo y se quería ir».

Consultado sobre por qué se fugó cuando lo imputaron, el acusado sostuvo que tenía miedo y que, en realidad, la plata que le secuestraron cuando finalmente lo capturaron eran «ahorros propios».

Dening fue capturado vestido con una campera de Altamura y con más de 300.000 pesos y 31.000 dólares, mientras intentaba fugarse en una bicicleta a la provincia de Entre Ríos.

En la última audiencia, el acusado tuvo la oportunidad de pronunciar sus palabras finales ante el tribunal, al cual le remarcó, con una expresión fría en su rostro, ser «inocente de todos los cargos» que se le imputan.

En sus alegatos, el fiscal de juicio Nieva Woodgate consideró «fehacientemente acreditado» que el imputado mató a Altamura para robarle dinero que guardaba en su departamento, por lo que solicitó que sea condenado a prisión perpetua, tal como lo hicieron los abogados querellantes Braian Vidal, su ayudante Matías Saloña, y Ana María Pecone.

Por su parte, los defensores Matías Aquino y Nicolás Agustín Payarola Hernayes señalaron que «los hechos no están probados» y que se «construyó» una imputación falsa contra Dening, por lo que pidieron su absolución y su inmediata excarcelación.

La víctima fue vista por última vez el 13 de julio de 2020, a las 17.08, en las inmediaciones o en el galpón situado en la calle Rodríguez Peña 1210 de la localidad de Bernal, partido de Quilmes, junto al acusado Dening.

En el requerimiento de elevación a juicio -al que tuvo acceso Télam-, la fiscal Santoro sostuvo que Dening «a fin de preparar su posterior accionar ilícito y con el propósito de lograr su impunidad le dio muerte a Salvador Altamura».

Para la fiscalía, luego de asesinar a su amigo, el acusado tomó la motocicleta de la víctima y se dirigió hacia su departamento, ubicado en la calle 25 de Mayo 217, en pleno centro de Quilmes, donde «se apoderó ilegítimamente de una suma de dinero no especificada y un arma de fuego calibre 9 milímetros», propiedad del abogado.

La fiscal Santoro desdobló la causa, ya que continúa con la investigación para hallar los restos de Altamura y, desde abril del 2022, el Ministerio de Seguridad bonaerense ofrece una recompensa de entre 2.500.000 y 5.000.000 de pesos para toda persona que aporte información fehaciente para encontrar el cuerpo del abogado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *