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- AMBA - Lomas de Zamora

Uno de los acusados de balear en la cabeza a un mecánico reconoció ser el autor del disparo

Uno de los acusados de haber baleado en la cabeza a un mecánico de 44 años frente a su taller del barrio Villa Galicia en Temperley hace nueve días, reconoció ser el autor del disparo, aunque aseguró que cometió el hecho porque el otro detenido lo amenazó con matar a su «familia» si no lo hacía, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Rodrigo Ezequiel González Pifano (21), alias «Cindi», quien declaró ante el fiscal Marcelo Domínguez por el delito de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa» de Leonardo Micheli.

Fuentes judiciales informaron a Télam que el acusado relató que, un día antes del ataque, el otro detenido por el caso, llamado Federico Gastón Benítez (29), lo fue a buscar a su casa y lo «amenazó» diciéndole que si no iba con él para balear al mecánico le iba a «matar a la familia».

Según sus dichos, Benítez le dijo que «el muchacho al que quería matar era pariente de él» y que lo quería hacer porque «le había violado» a una familiar suya.

«Cindi» afirmó que a Micheli lo vio unas «siete veces» cuando fue a su casa a juntar chatarra en un carro a caballo y que conversó «varias veces» con él.

El día del hecho, Benítez lo fue a buscar a su casa alrededor de las 12.30 y le dijo «vamos a laburar», le colocó «el fierro en la cabeza» y finalmente lo amenazó diciéndole «vamos a matar al chabón».

Ambos, según sus dichos, se dirigieron en moto y Benítez le dio un revólver calibre .22 hasta que llegaron al taller mecánico de Micheli.

Allí, Benítez llamó a la víctima y cuando salió le gritó a González Pifano » disparale, disparale, sino te voy a matar a tu mamá», por lo que le efectuó un balazo «de cerca».

Tras el ataque, los agresores huyeron en la moto y se fueron «al fondo de la casa de Federico», quien empezó a «despintar» el rodado, ya que, según declaró «Cindi», el cómplice «la había pintado de negro para ir a hacer esto» y que en realidad era «verde».

De acuerdo al relato del imputado, Benítez prendió fuego la ropa que utilizaron ese día y tiró el arma de fuego «en un basural a dos cuadras de la casa».

Además, González Pifano señaló que el otro joven robó el DVR que almacena las grabaciones de la vecina que vive al lado de Micheli y que anteriormente trabajó en esa casa «poniendo cámaras».

«Tenía que contar esto porque, si no declaraba, Federico me quería mandar en cana y no voy a salir más», concluyó.

El crimen ocurrió el 22 de noviembre último en la calle Iriarte 1670 de Temperley cuando dos personas a bordo de una moto Bajaj modelo Dominar negra y verde se acercaron a la puerta del taller de Micheli.

Uno de los ocupantes de la moto, el que iba como acompañante, se bajó del rodado y cuando el mecánico se acercó y le habló, extrajo un arma y le disparó a la cabeza.

La víctima se desplomó sobre un tráiler estacionado en la puerta de su taller, mientras que los agresores escaparon.

Un amigo de Micheli que estaba en el taller lo auxilió para que lo trasladaran de urgencia al Hospital del Bicentenario en Monte Grande, donde fue operado y permanecía internado en terapia intensiva.

Por la mecánica del ataque, los pesquisas creen que se trató de un ajuste de cuentas, cuyas motivaciones son materia de investigación.
Días después, los acusados fueron detenidos en un domicilio situado en Tucumán al 1400, del partido de Lomas de Zamora, donde se secuestraron diversos elementos importantes para la investigación del ataque.
La moto aparentemente utilizada en el hecho fue secuestrada durante el allanamiento, junto a una camioneta Chevrolet Blazer, dos teléfonos celulares, dos cascos de moto, una notebook y demás elementos a ser analizados.
Un vocero judicial indicó a Télam que Benítez está sindicado como quien manejaba la motocicleta y que era conocido por vecinos del barrio de la víctima.
“El que manejaba la moto era una persona que había estado merodeando el lugar cuando la policía se encontraba realizando las pericias. Trabaja como técnico de cámaras de seguridad y testigos indicaron que frecuentaba un domicilio ubicado a metros del taller de Micheli. Era conocido del barrio, pero no tenía relación directa con la víctima”, señaló el investigador.

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