Ubicado en la provincia de Huesca, Aragón, el Pico Aneto es la montaña más alta de los Pirineos, con una altitud que supera los 3400 metros. Este destino es uno de los puntos más deseados por los amantes del trekking, ya que ofrece un recorrido muy variado que progresa por diferentes tipos de terrenos, pedreras, trepadas y glaciares.
La espectacular ascensión al Pico Aneto está llena de contrastes y puede realizarse por dos rutas principales: La vía clásica por La Renclusa, que atraviesa el portillón superior y el glaciar del Aneto; y la ruta por la vertiente sur, que asciende por los Ibones de Coronas, uniendo en la parte más alta de la montaña a la vía clásica. Cualquiera sea la opción elegida, el esplendor de los paisajes y las leyendas que lo envuelven harán las delicias de todo aquel que quiera escuchar historias increíbles.
Ascensión al Aneto
La ascensión tradicional comienza en el aparcamiento de La Besurta (1.900 m) donde se toma el sendero que asciende hasta el Refugio de La Renclusa (2.140 m; 50 minutos).
Superado el refugio, se buscan las señales de ascensión bajo la Crencha d´els Portillons, ganandoaltura entre bloques y pedreras de granito y pasando cerca del Portillón Inferior (2.736 m), que no se cruza. Más adelante se llega al Portillón Superior (2.895 m; 3 h 5 min) por el que se pasa a la otra vertiente de la montaña.
Desde la otra vertiente, se desciende en busca del glaciar del Aneto para remontar en diagonal la ladera hasta la Collada Corones (3.208 m; 4 h 20 min). Una vez en la collada, donde confluye la ruta que asciende por Coronas, se atacan los últimos hielos del glaciar y se alcanza la antecima. Antes de alcanzar el objetivo hay que superar un último escollo, el Puente de Mahoma, un arriesgado y estrecho paso entre rocas que exige extremar las precauciones. Tras él se llega a la verdadera cima del Aneto (3.404 m; 5 h).
El regreso puede hacerse por el mismo itinerario o descendiendo directamente a buscar la Basa d’el Salterillo y el fondo del valle de Barrancs, que se desciende hasta el Plan d’Aiguallut para regresar, por camino evidente, al aparcamiento de La Besurta (8 h 40 min).
Gastronomía de alta montaña
Los ascensos requieren de un plus de energía. Por eso, alimentar el cuerpo y el alma con una exquisita gastronomía es otro de las propuestas del Valle de Benasque, donde descansa el Pico Aneto.
El plato más típico es el «recau», un sabroso potaje tradicional elaborado a base de hortalizas. También destacan los guisos de carne de caza, cremas de distintas plantas y platos con ingredientes frescos procedentes de las huertas del valle.
Respecto a los productos autóctonos, la ternera es la gran protagonista. La cría de cordero es también muy popular y es conocida en Aragón como ternasco, una de las más sabrosas. A su vez, la caza también cuenta con gran protagonismo en la zona: jabalí, conejo, ciervo, codorniz, perdiz o corzo son algunas de las carnes que se pueden degustar en los restaurantes locales tanto a las brasas como asados, guisados o en forma de embutido.