La Justicia otorgó la libertad condicional al ex cabo de la Policía Bonaerense Alejandro Acosta, uno de los responsables de la Masacre de Avellaneda, ocurrida en junio de 2002.
Darío Santillán (21 años, de Quilmes) y Maximiliano Kosteki (22 años, de Guernica) fueron asesinados el 26 de junio de 2002 por policías durante una manifestación en el Puente Pueyrredón.
Acosta era el chofer del ex comisario Alfredo Fanchiotti, jefe del operativo represivo que terminó con la masacre. Según explicaron a A24.com fuentes judiciales, “los dos detenidos presentaron solicitudes a la Justicia todos los años con el objetivo de obtener la libertad. Hasta ahora, se les había denegado esa posibilidad debido a distintos estudios”.
La última negativa había sido el 20 de septiembre de este año, pero esta semana la Sala Tercera de la Cámara de Apelación le otorgó la condicional a Acosta.
El fallo explica que “de no existir impedimento alguno que obste su soltura, y aunadas a las estrictas condiciones de control y cumplimiento, se le va a otorgar el beneficio”.
Mientras tanto, Alberto Santillán, el padre de Darío, declaró en conferencia de prensa: «Pasaron 22 años y 4 meses, y dicen que le corresponde porque pagó lo que hizo. ¿Y la Justicia para nosotros dónde carajo está? Hay justicia para los poderosos y los asesinos, pero para las víctimas no».
Por otro lado, la abogada de las familias, Paula Alvarado Mamani, explicó que desde 2014 esperan que la justicia federal decida sobre un pedido para declarar imprescriptibles los hechos en la causa que investiga las responsabilidades políticas de la masacre de Avellaneda. Por ahora, esa petición sigue sin resolverse.
Del mismo modo, la abogada le anticipó a A24.com que presentará ante la Cámara de Casación las observaciones correspondientes contra la decisión de otorgarle la libertad a Acosta.
Estos dos crímenes de Estado provocaron una crisis política que apresuró la salida del gobierno del presidente interino Duhalde, quien convocó a elecciones a presidente para el año siguiente.