La policía bonaerense fue separada de la investigación de los asesinatos de Paloma Gallardo y Josué Salvatierra, de 16 y 14 años, ocurridos el 30 de enero pasado en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela.
La decisión de apartar a la fuerza de seguridad provincial del caso fue dictada por el fiscal Hernán Bustos Rivas a cargo de la pesquisa. A partir de ahora, la investigación de los asesinatos de los adolescentes quedó a cargo de los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal. Los investigadores de la Policía Federal ya se habían sumado a la pesquisa hace cinco días, pero como colaboradores mientras la fuerza provincial comandaba las tareas solicitadas por el fiscal.
Las sospechas sobre la existencia de una zona liberada por parte de los policías provinciales que se desempeñan en la comisaría de Bosques se fundaron en la demora en comenzar los rastrillajes para buscar a Paloma y Josué.
Además, una vecina alertó a un familiar de Josué que había visto a dos policías prender fuego las adyacencias de la escena del doble crimen, presuntamente para borrar pruebas.
Hubo tres órdenes de servicio para realizar los rastrillajes que nunca se cumplieron. Los cuerpos de Paloma y Josué fueron hallados por un menor el 1° de febrero al mediodía. La policía no los buscó y no los encontró.
A las graves irregularidades en la búsqueda, la demora en tomar la denuncias por averiguación de paradero, se sumó la falta de vigilancia en la zona, donde los vecinos denunciaron que eran víctimas de robos constantes en el laberinto para cruzar las vías del exferrocarril Roca y la supuesta protección a “transas” que usan el predio con pastizales de dos metros de altura para vender droga.
El representante del Ministerio Público hizo lugar a un pedido del abogado Carlos Guillermo Diéguez, quien representa a la familia de Josué, quien había solicitado que separen a la policía bonaerense. (La Nación)