El ministro de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni, afirmó que existen “residuos indignantes” del colonialismo en América latina y advirtió que la “violencia social” y el “racismo” son consecuencias de esa práctica llevada adelante por los países dominantes.
“Es hora de que nos demos cuenta que el colonialismo no ha terminado en el mundo y que parte de América latina y África están viviendo las consecuencias de eso”, manifestó Zaffaroni, en un contacto con la prensa antes de participar de un debate sobre Malvinas y Guyanas, “últimos enclaves coloniales europeos”, en la Universidad Nacional de Lanús.
Zaffaroni dijo que los “residuos indignantes” del colonialismo “se ven en la violencia social y en el racismo” vigentes en muchos de esos países que estuvieron sometidos.
En cuanto a Malvinas y Guyanas, el ministro diferenció ambas situaciones y remarcó que mientras en las islas se trató de una “ocupación” y se intentó hacer pasar por “originaria” a la población que allí se encontraba, en los países caribeños hubo población “transportada” y se generó una “dependencia económica” en la población originaria.
Zaffaroni participó de un panel junto a intelectuales, periodistas y juristas, que expuso pasadas las 18 en el Aula Magna de la universidad ubicada en Remedios de Escalada, partido de Lanús.
Los organizadores del encuentro recordaron que Malvinas y Guayana «fueron declaradas territorios de ultramar de sus respectivas metrópolis coloniales (Reino Unido y Francia respectivamente) y convalidados por la Unión Europea en su proyecto constitucional».
Entre los disertantes estuvieron Raymond Charlotte, de la Organización Guayanesa de Derechos Humanos (OGDH); Ana Jaramillo, rectora de la Universidad Nacional de Lanús; y Julio Cardoso, director del Centro de Estudios Latinoamericanos «Manuel Ugarte».