
“Esa dictadura intentó someter a las mayorías a las políticas oligárquicas y los dictados de los centros de poder mundial, para llevar adelante estos objetivos había que destruir toda resistencia y escarmentar toda posible rebeldía”, recordó Pallares.
Asimismo, remarcó: “Esa era la necesidad política perversa a la que respondieron los fusilamientos dirigidos contra una treintena de personas de las mas diversas condiciones: jefes militares, trabajadores ferroviarios y metalúrgicos, simples militantes”.