Dos testigos corroboraron ayer la versión de un ex suboficial de la Policía Federal acusado del crimen de un joven cometido hace nueve años en la localidad bonaerense de Remedios de Escalada, quien asegura que se defendió de un asalto a mano armada. La hipótesis de la defensa del ex cabo Martín Venturini (41), acusado por el homicidio de Enrique Redondo Martínez (19), fue confirmada por el dueño de un taller metalúrgico y un empleado del mismo, en el cual también trabajó el acusado.
Los testigos avalaron el argumento de la defensa ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Lomas de Zamora, presidido Guillermo Rolón e integrado por Fernando Bueno y Roberto Lanza. La versión del ex efectivo policial siempre fue que a la una de la madrugada del 9 de octubre de 2002 mató a Redondo Martínez, cuando éste lo asaltó armado con un revólver, pero allegados a la víctima aseguraron que ambos se conocían e incluso jugaban a las cartas.
El primer testigo de la defensa fue Omar López, dueño de una zinguería de Remedios de Escalada, quien aseguró que un ex empleado suyo, identificado como Ezequiel, le contó que trasladó en un Renault 12 negro a Redondo Martínez y a otro joven en busca de Venturini.
Según el hombre, Ezequiel dijo que el acompañante le entregó un arma de fuego a la Redondo Martínez, quien se bajó solo en las calles Pastor Ferreyra y Manuel Castro y que luego de escuchar los disparos se fueron del lugar. López aclaró que no sabía el nombre completo de Ezequiel y dónde se encuentra actualmente pero que un empleado del taller lo conocía.
En ese sentido, el fiscal del juicio, Jorge Michelini, pidió que se convoque a declarar hoy mismo a este testigo, identificado como Fernando Huertas, pero como éste se negó a concurrir, fue finalmente llevado ante el tribunal por la fuerza pública y declaró. Huertas dijo que a Ezequiel no lo ve desde hace dos años pero que cuando trabajaban juntos en la fábrica le contó lo ocurrido la noche del crimen.
Según este testigo, Ezequiel le dijo que manejaba un Renault 12 negro hacia el bingo de Lanús y se cruzó con Redondo Martínez y otro hombre apodado «El negro», quienes subieron a su auto debido a que eran conocidos del barrio. Según la explicación que le dio su ex compañero de trabajo, Venturini salió de un cajero automático del Banco Provincia, cercano a la plaza de Remedios de Escalada, y empezaron a seguirlo con el auto para robarle el dinero que supuestamente había extraído. Según Huertas, los ocupantes del rodado llegaron a las esquinas donde ocurrió el hecho y «El negro» le entregó un arma a Redondo Martínez. Añadió que cuando Redondo Martínez se bajó rumbo a su víctima, los otros dos hombres siguieron en el auto y doblaron en una esquina para esperarlo. El empleado señaló que «`El negro` se agarró la cabeza porque escuchó tres disparos y el revólver que le había dado a Venturini tenía sólo dos balas».
Además, Huertas aseguró que Venturini también le narró lo sucedido esa noche, el cual le aseguró que se defendió de un asalto a mano armada por parte de la víctima. En cuanto a la reconstrucción del crimen pedido por el abogado de la querella, Miguel Iluchko, fue denegado por el tribunal debido «a la falta de objetos y elementos en que basarse», mientras que se incorporó al expediente la declaración del padre de la víctima, fallecido el año pasado.
La audiencia continúa el próximo viernes, a partir de las 8.30, cuando declaren los últimos testigos presentados por la querella y la defensa, respectivamente. Redondo Martínez jugó como arquero en los clubes Racing, El Porvenir y Victoriano Arenas y un día antes del crimen había sido fichado por Sportivo Dock Sud.
