La avenida Máximo Paz es una de las arterias más transitadas del distrito. A través de su traza se desplazan diariamente miles de vehículos de pequeño, mediano y gran porte, que en muchas ocasiones violan los semáforos que se distribuyen a lo largo de la misma.
Jorge Rodríguez, vecino de la intersección de Máximo Paz y Carlos Casares, sostuvo que a pesar del semáforo, los automovilistas prácticamente no se detienen ante el rojo.
«A toda hora y aunque tengas el semáforo para cruzar hay que mirar para ambos lados y estar atento».
Por la avenida transitan además las líneas 112, 165 y 527, que, según denuncian los vecinos, muchas veces exceden los límites de velocidad.
«La situación se torna muy grave en el semáforo de Río de Janeiro, a pocos metros de una escuela pública y donde ya hubo varios accidentes. Sabemos que por la noche y a causa de la inseguridad muchos conductores no frenan en los semáforos, pero acá no frenan en ningún momento del día», afirmó Rodríguez.
Durante la breve entrevista realizada con el vecino, APLanús pudo constar que en aproximadamente 15 minutos, una docena de automovilistas violaron la luz roja. Mientras tanto, a menos de 100 metros, cientos de chicos salían del colegio.