Familiares y vecinos de un hombre detenido por el crimen de un colectivero, ocurrido en el partido bonaerense de Lanús, denunciaron ayer que la causa fue «armada» por la Policía para «ocultar un hecho de inseguridad».La esposa del detenido Alejandro Bordón, Susana Fleitas, explicó por un megáfono a los vecinos de la localidad de Monte Chingolo que no conoce a Juan Alberto Núñez, el chofer asesinado de un balazo el 5 de octubre pasado, con el que la Policía la vincula como supuesta amante, para sostener las hipótesis de un crimen «pasional».
«Yo soy la esposa de Alejandro Bordón, acusado de asesinar a un colectivero. Mi marido es inocente. Dijeron que teníamos antecedentes y es mentira. Dijeron que yo tenía relación con el chofer y no lo conocía. Dijeron que mi marido era un asesino, y estaba yendo a trabajar como todos los días», expresó la mujer, acompañada de medio centenar de vecinos que salieron a la calle a protestar.
Para la mujer, «una suma de casualidades y coincidencias» vinculó en su momento a su marido con el asesinato de Núnez.
Bordón se dirigía en aquel momento a su trabajo, en una empresa de catering que opera en el Aeroparque Metropolitano, alrededor de las 4:30 de la madrugada, al tiempo que Núñez se dirigía a tomar servicio en la terminal de la Línea 524.
Núñez ya había anticipado que se iba a resistir si iba a ser asaltado, ya que pocos meses atrás, delincuentes lo habían baleado en una pierna.
Aquella madrugada, el chofer fue asesinado de un tiro por un desconocido que no le robó objeto alguno.
Casi al mismo tiempo, Bordón corrió un colectivo desde otra parada y cuando le dio alcance, un policía entró a la unidad y lo redujo a golpes, según indicó su esposa, a pesar de que no opuso resistencia.
«Lo primero que se dio cuenta es fue atacado a golpes por un hombre armado, mucho después se dio cuenta que era policía. El colectivo quedó lleno de manchas de sangre que dejó mi esposo», explicó la mujer.
El crimen de Bordón se produjo en medio de una seguidillas de hechos de inseguridad sufridos por colectiveros, por lo que desde el sindicato UTA se decidió aquella mañana un paro de colectivos, que terminó a las pocas horas cuando jefes policiales anunciaron que no se trataba de un hecho de inseguridad, sino de un crimen «pasional».
La información que brindaron poco después es que Bordón, un hombre sin antecedentes penales, habría actuado por celos, ante una supuesta relación sentimental entre Núñez y su esposa.
«No conozco a este chofer, no sabía quién era y ni siquiera converso con los colectiveros porque sé muy bien que está mal visto desde el punto de vista moral», aseguró a Noticias Argentinas Susana Fleitas.
La mujer expresó su temor de que se trate de «una causa en la que hay mucha política de por medio, en la que se quiere mostrar un crimen pasional para tapar un hecho de inseguridad».
El caso quedó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
Bordón no tenía ningún arma en el momento de la detención y sólo se encontró una tirada en una casa.
Las pericias para determinar si el arma encontrada tenía huellas del acusado o si el mismo había realizado un disparo en las últimas horas, por el momento no constan en el expediente, según indicó Fleitas.
Fabio Scladman, abogado defensor, aseguró que «el único elemento con el que cuenta la fiscalía es el testimonio del policía, de apellido Quijano, que vio a una persona de buzo blanco dispararle a Núñez y a Bordón subir con un buzo blanco a un colectivo».
El letrado sostuvo que mantiene varias diferencias con la fiscalía especialmente por el hecho de que no tuvo respuestas sobre medidas de prueba solicitadas, como el aporte de un vecino que vio a Bordón a unas cinco cuadras del lugar en el crimen en el momento en el que se escucharon los disparos.
«Además, si consta que el asesino le disparó a Núñez a quemarropa el buzo tendría que tener algún rastro», añadió.
Bordón se encuentra con prisión preventiva por el delito de «homicidio agravado», una medida que fue apelada a mediados de octubre por el abogado y la decisión está en manos de la Cámara Penal de Lomas de Zamora, según informó la agencia Noticias Argentinas.