Ayer se cumplieron diez años del trágico fallecimiento del popular cantante cordobés Rodrigo Bueno. Familiares, amigos y fanáticos se congregaron en el club Podestá para rendir homenaje al «Potro». Se trató de un recuerdo muy particular, con las imágenes de sus recitales proyectadas en pantalla gigante, con la actuación en vivo de la banda que lo acompañó en sus horas de esplendor, y con sus mejores canciones entonadas por Ulises, su hermano menor. Cientos de sus fans, algunos llegados especialmente desde Córdoba, y muchos artistas del ambiente del cuarteto y la bailanta, colmaron las instalaciones del Club Podestá, de Lanús Oeste, junto a los vecinos de una ciudad que fue como una segunda casa para el popular cantautor.
Después de recibir una plaqueta recordatoria de manos del Director de Cultura del Municipio de Lanús, Beatríz Olave dijo: «Nunca pensé que el hijo que tuve iba a quedar en la historia de la música argentina, como tampoco nunca me imaginé que sería cantante ni que se me iba a ir tan pronto. Recibo permanentemente el reconocimiento de la gente, las autoridades de todo el país, y de la gente de Buenos Aires, donde Rodrigo es considerado un porteño más”. A su turno, el funcionario municipal declaró: «El pueblo de Lanús está homenajeando a quien aun vive en el corazón de la gente. Y estoy orgulloso que la familia y su club de fans haya elegido esta ciudad para recordarlo”.
Por aquellos días de luto, Lanús se convirtió en el centro de atención de la opinión pública, ya que el velatorio de la estrella cordobesa se realizó en las instalaciones del palacio municipal.