La estimación pertenece al ministro de Desarrollo Social bonaerense, Baldomero Alvarez de Olivera, quien aclara que los niveles de irregularidad y la inexistencia de fuentes confiables hacen que la cuantificación del fenómeno sea tan sólo una proyección sin datos certeros. El cálculo tiene como referencia un vasto y reconocido estudio de
Comparar la evolución de la población general y la de las villas sirve para tener una dimensión de cómo creció el fenómeno (y lo sigue haciendo, según funcionarios y especialistas): entre 2001 y 2006, la población general del AMBA aumentó 6,6%, al pasar de 8,6 a 9,2 millones de habitantes, mientras que en las villas el incremento demográfico fue del 57,5 por ciento.
Este fenómeno social es el reflejo de la prolongada ausencia del Estado, en todas sus instancias, en el interior de estos conglomerados, que crecieron a su suerte impulsados por sucesivas crisis económicas y por las migraciones sin control.
El trabajo, considerado como uno de los mejor documentados por las autoridades provinciales, fue realizado por varios especialistas agrupados en el centro de estudios Infohabitat y que, ante todo, dejan en claro la imposibilidad de cuantificar con exactitud el universo de las villas.
Los investigadores ubican el origen de estas urbanizaciones informales a principios de los años 30, aunque señala que la década de 1970 fue «fundacional» de los barrios de emergencia tal y como hoy los conocemos.
Según el trabajo, compilado por la antropóloga María Cristina Cravino y publicado en noviembre de 2008 con el título de Los mil barrios (in) formales, el distrito con mayor cantidad de barrios populares es San Martín, donde hay 148, entre villas (58) y asentamientos precarios (91) que concentran una población de más de 81.000 personas.
Según el estudio, en 2006 en las 819 villas vivían 1.051519 personas, aunque este guarismo incluía algunos datos parciales o sin actualización desde 2001. Por eso, las autoridades provinciales estiman que actualmente la población en barrios de emergencia supera los dos millones de personas. «Hicimos la estimación más conservadora posible para evitar caer en el amarillismo», dijo Cravino a
«Uno de los fenómenos que hizo crecer mucho los barrios informales fue la flexibilización laboral de los 90», remarcan desde el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense. Así, para los expertos, la informalidad del empleo fue el principal motivo del crecimiento poblacional en el Gran Buenos Aires. De cada 100 nuevos habitantes del conurbano, 60 se instalaron en villas, refiere el estudio de
Entre las villas más densamente pobladas figuran: Villa Jardín (Lanús); Juan Manuel de Rosas (Lomas de Zamora); Tranquila (Avellaneda); Carlos Gardel (Morón); Itatí -se la considera como la de mayor población con unos 50 mil habitantes-, Ex Iapi,