Ayer jueves, APLanús publicó una nota en donde se informaban novedades en el caso de la anciana asesinada el pasado viernes en su casa de Lanús. Se daba cuenta de que la principal sospechosa del crimen era una enfermera que tenía acceso a la vivienda, cuando en realidad, era la victima quien desempeñaba tareas de relacionadas al cuidado de la salud. A continuación, reproducimos un cable de la agencia nacional de noticias de Argentina, Télam, que relata las novedades en el caso.Una curandera de 85 años fue asesinada de 10 puñaladas en su casa de Lanús y por el hecho fue detenida una mujer que llevaba a sus nietos a hacerse atender, oportunidad que aprovechaba para robarle dinero, informaron hoy fuentes policiales.
El hecho, que ocurrió el viernes pasado a las 8 y la víctima fue identificada como Hilda Ledesma, una ex enfermera que fue hallada muerta por su hija en su dormitorio de una casa ubicada en Drago y Liniers de esa localidad del sur del conurbano. La mujer fue a la propiedad de su madre al mediodía para almorzar y la halló con cortes en varias partes del cuerpo, degollada, y con varias pertenencias del placard sobre ella, como si hubiera ocurrido un robo. Pero enseguida se descartó esa hipótesis porque ni la puerta de ingreso ni otro lugar de la casa habían sido violentados y se apuntó a algún conocido de la curandera.
Al iniciar la investigación, efectivos de la comisaría primera de Lanús, bajo las órdenes del fiscal de Lomas de Zamora Juan José Vaello, determinaron que la víctima tenía problemas con una empleada de maestranza de un club que habitualmente iba a su casa, identificada como Alicia Lema (55).La curandera, que era viuda de un policía federal y muy querida en el barrio, le había contado a sus hijos que cada vez que esta mujer llevaba a sus nietos para «tirar el cuerito» o curar el «mal de ojo» le faltaba dinero que guardaba en diferentes monederos. Cansada de la situación, en una oportunidad que Lema fue a su casa, la acusó de los robos, le dijo que la iba a denunciar y la reacción de la empleada fue retirarse y empezar a amenazarla de muerte por teléfono, explicó a Télam un vocero.
Los familiares aportaron a los investigadores grabaciones de las amenazas y datos de la fisonomía de la sospechosa, por lo que tras intervenir su teléfono, se la detuvo ayer a la mañana en su casa. La mujer presentaba varios cortes en las manos y cuando se allanó su vivienda, se encontraron los monederos, un teléfono celular que los hijos le habían regalado a su madre y una prenda manchada con sangre, entre otras pruebas que la comprometen.
