Lanús sumó su segundo triunfo consecutivo en el grupo 4 de la Copa Libertadores de América de fútbol al vencer ayer, de local, al Blooming de Bolivia, por 1 a 0, en el partido que completó la cuarta fecha. Con la victoria el equipo granate ya no depende de resultados ajenos para clasificarse a los octavos de final. El gol del equipo que dirige Luis Zubeldía lo marcó el delantero paraguayo Santiago Salcedo, de tiro penal, a los 17 minutos del primer tiempo.
Lanús llegó asi a las 6 unidades, dos menos que los punteros, Libertad, de Paraguay y Universitario, de Perú; mientras que Blooming, ya eliminado, sigue sin sumar.
El equipo argentino avanzará a la próxima instancia del certamen continental si le gana al conjunto paraguayo, de visitante, el 30 de marzo y si hace lo propio frente al elenco peruano, de local, el 15 de abril, según informa un despacho de la Agencia Nacional de Noticias de Argentina, Télam.
Pero para lograr ese objetivo, Lanús deberá mejorar mucho en lo futbolístico, porque le costó demasiado superar a un rival limitado.
Los primeros 45 minutos vieron al equipo de Zubeldía con la sana y clara intención de arrasar a Blooming, pero con muy pocas ideas para conseguirlo.
Es que salvo por algunas apariciones de Blanco y la movilidad de Salcedo, Lanús mostró muy poco. Por esa razón, al término de la primera etapa, sólo se fue arriba en el marcador por 1 a 0.
El gol llegó a través de un tiro penal de Salcedo, a los 17 minutos, tras una falta de Andrés Imperiale (ex Rosario Central) sobre Gonzalo Castillejos, quien estaba unos centímetros adelantado.
Ese error del árbitro chileno Patricio Polic le permitió a Lanús ponerse en ventaja, aunque luego prácticamente no inquietó a Andrés Jemio Portugal, salvo por un mano a mano de Salcedo, a los 24 minutos, que desvió el arquero boliviano, y por un cabezazo de Castillejos, en el descuento, que se fue desviado.
Es que el dibujo táctico que dispuso Zubeldía, un 3-4-1-2, no le dio volumen de juego al equipo.
La idea de jugar con tres defensores en el fondo, de incorporar a los dos laterales, Hernán Grana y Maximiliano Velázquez, a la mitad de la cancha y de liberar a Blanco para que se conecte con Salcedo y Castillejos, los dos puntas, no funcionó.
La falla fundamental radicó en que el enganche estuvo solitario en la gestación del juego.
Por eso Lanús no tuvo fútbol ni profundidad, aunque tampoco pasó sobresaltos en defensa frente a la tibieza de su adversario.
El segundo tiempo no varió demasiado del primero, ya que ambos equipos mostraron las mismas carencias y limitaciones.
Lanús reiteró su juego apático y su intrascendencia de mitad de cancha hacia adelante y Blooming, la falta de ideas para generar fútbol.
Sin embargo, el equipo boliviano dispuso de una chance clarísima para el empate cuando a los 24 minutos José Castillo no pudo definir con precisión ante Agustín Marchesín.
El conjunto argentino también tuvo una oportunidad de gol, cuatro minutos más tarde, en un remate de Guido Pizarro (reemplazó a Eduardo Ledesma) que se fue cerca del palo derecho.
Y la última estuvo en la cabeza de Diego Lagos (ingresó por Castillejos), pero respondió bien el arquero visitante De esta manera, Lanús logró su segunda victoria consecutiva, la primera de local (llevaba siete partidos sin ganar en su cancha por Copa Libertadores), justamente ante el mismo rival (que nunca logró un triunfo en 13 presentaciones en la Argentina) al que venció hace un mes, en Bolivia, por 4 a 1.
Ahora le queda dar dos pasos complicadísimos para avanzar a los octavos de final: primero vencer a Libertad, en Paraguay, y después derrotar en su estadio a Universitario. Pero para eso tiene que mejorar, aunque dispone del tiempo necesario para lograrlo.