El Porvenir, con un Salomone intratable, goleó a un pálido Defensores de Cambaceres y aunque sigue lejos, todavía sueña. Sica, otro pibe del club, cerró la cuenta con un golazo. Optimismo en su estado más puro. Desde el comienzo hasta el final y en cada una de sus líneas. Es que para el conjunto de Pablo Cameroni, que había perdido el tren de los ocho frente a Laferrere, no era un partido más. Sobre todo teniendo en cuenta la buena imagen dejada frente al poderoso Defensores Unidos y de cara a una interesante posibilidad de reafirmar lo hecho el pasado miércoles.
Lo cierto es que los primeros instantes de la soleada tarde de Gerli, si bien iban a servir para estudiarse los unos a los otros, serían bastante interesantes. Nicolás Vallejos tenía que luchar con las corajeadas de Ramón Leiva por izquierda mientras que un solitario Pablo Blanco, era conciente que debía batallar cada treinta segundos con Damián Soria y compañía. A los diecinueve y después de repartirse la pelota durante varios minutos; tras un centro de Matías Sproat al primer palo, iba a aparecer la cabeza goleadora de Sergio Salomone para anticiparse a todos y abrir el marcador a favor de los del Bocha. Y con el gol en el bolsillo, casi de manera inconciente el dueño de casa se iba a replegar en su propio terreno para cederle la pelota al rival: De hecho a partir de ahí; sin demasiadas ideas ni juego asociado, el equipo de Ensenada llegaría primero con Amilcar Rodríguez y después con Nahuel Benavente. Y así fue nomás como a los treinta y nueve, después de tanto insistir, Ezequiel Yaniz igualaría los tantos mediante una exquisita definición.
Sin embargo, el «Tano», de zurda al primer palo y demostrando que merece un lugar entre los once, se haría presente una vez más para poner arriba al blanquinegro.Del complemento poco y nada. Los de Martín Zucarelli intentarían pero siempre se iban a encontrar con las buenas respuestas de un seguro Nahuel Valiñas que para colmo, a los dieciocho le taparía un penal al defensor Julio San Esteban. Ya en tiempo de descuento y tras una buena jugada personal; el juvenil Nahuel Sica, que había entrado en el segundo tiempo, con un golazo le pondría cifras definitivas a la historia. No iba a haber tiempo para más. Tan solo para sacar cuentas, lamentarse por los puntos olvidados en el camino y hasta para seguir soñando
(Fuente: daleporve.blogspot.com)