Edesur, la empresa concesionaria del sistema eléctrico en la zona sur del Conurbano, sumó una nueva página negra a su voluminoso prontuario de incumplimientos a sus obligaciones y, con la excusa de la ola de calor que se vivió la semana pasada, dejó sin servicio a decenas de miles de vecinos durante varios días.
Las irregularidades, que se repiten constantemente, se acentuaron especialmente desde el viernes último, cuando amplias zonas de Lanús, Lomas, Avellaneda y Quilmes quedaron a oscuras. Durante el pico de esta situación llegaron a ser casi 82 mil usuarios (es decir viviendas y comercios donde viven millones de personas) las afectadas.
En Monte Chingolo y en Lanús centro (en las cuadras que rodean a la municipalidad) la situación se llegó a extender durante más de 72 horas, en las que no hubo respuesta alguna a los reclamos de los vecinos que, en algunos casos, incluso cortaron algunas calles para llamar -sin éxito- la atención de las autoridades.
Sin embargo, el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, relativizó la culpabilidad de las empresas: «Lo que sucedió en esos días fue una combinación de cuatro factores que no se habían dado nunca: primero la reactivación, que viene demandando energía a un nivel importantísimo; eso, combinado con una ola de calor histórica, nuestra región fue la más calurosa del planeta, tercero la baja hidroactividad por la sequía y, cuarto, la desinversión de la gestión anterior del macrismo. La combinación de esos cuatro factores desencadenó en la tensión del sistema», sostuvo el funcionario nacional