De no mediar algo inesperado, el «Pepe» defenderá la camiseta de Lanús y afrontará su vigésima tercera temporada en Primera División.
Correntino de Bella Vista, donde nació el 17 de julio de 1980, segundo máximo goleador de las divisiones menores de River Plate con 138 goles, Sand es uno de los casos más notables de longevidad en 91 años de profesionalismo en la Argentina.
Por lo pronto, viene de un 2021 destacado, con 23 goles en 37 presentaciones y una marca digna de encomio: desplazó al mismísimo Ángel Labruna en el rol de futbolista de mayor edad en convertir en Primera.
La carrera del entrañable «Pepe» está poblada de curiosidades.
Por empezar, jamás le fue bien en River, donde surgió como pichón de crack y hasta el registro de Federico Andrada (hoy en Atlético Tucumán) nadie había marcado tanto en las divisiones formativas.
Y en el equipo de mayores, sin embargo, apenas si señaló 11 goles en 57 cotejos.
Tampoco le fue bien en Racing de Avellaneda (dos goles en 24), donde sus hinchas más implacables lo recuerdan como un fracaso estrepitoso, de los dignos de ser confinados al Libro Negro del Club.
Otras referencias si no curiosas al menos sugestivas estriban en el hecho de haber dado su primer gran salto en un club del ascenso (Defensores de Belgrano), de haber tenido fugaces pasos por Vitoria de Brasil, Deportivo La Coruña, Independiente Rivadavia de Mendoza, Tigre, Boca Unidos y Argentinos Juniors.
Trotamundos al fin, también jugó en Banfield, Al Ain de Emiratos Árabes Unidos, Tijuana de México, Aldosivi y Deportivo Cali, donde en 2018 completó 39 partidos y anotó 14 goles.
Precisamente por estas horas, el club del Valle del Cauca y de la salsa está dispuesta a abonar una apreciable suma de dinero para recuperar a Sand.
¿No es una rareza tamaño Amazonas el rango que ostenta un futbolista de casi 42 años?
Lo es, pero Sand ofrece argumentos palpables: tiene un físico privilegiado (182 centímetros y 84 kilogramos), se ha cuidado como una suerte de monje tibetano y de su rendimiento en el año calendario precedente se desprende un nivel admirable: ha perdido algo de movilidad, pero compensa con una nutrida caja de herramientas que dentro del área se expresa en recursos de los que más duelen a defensores y arqueros.
Debutó en Colón en 1999, Lanús es su lugar en el mundo y al parecer en Lanús continuará como mínimo hasta finales del año en curso.
Sus números provisorios, los números del «Pepe» Sand, son asombrosos: es el máximo goleador de la historia del club de la camiseta Granate (¡157 gritos 253 presencias!), fue cinco veces goleador del torneo argentino, una vez goleador de la Copa Libertadores (en 2017) y registra un acumulado 297 rúbricas en la red.
Veremos si el sábado en Parque Patricios el correntino domador de almanaques persiste en una travesía en la que, pase lo que pase en 2022, ya se ha ganado el bronce.
