Los nuevos hábitos de consumo que generó la pandemia y las tendencias que marcarán a la «nueva normalidad» fueron analizados hoy por especialistas, en el encuentro anual para el desarrollo del comercio y los servicios organizado por la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
«Es innegable que estamos en un momento de cambio permanente que apalancados por la tecnología ya venían ocurriendo, estaban en proceso y la pandemia lo que hizo es acelerarlos de manera abrupta», dijo el presidente de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), Alberto Calvo.
Al disertar en el evento realizado en Parque Norte, analizó que en la pandemia «no hubo ninguna disrupción tecnológica que fuerce esos cambios», sino que «el consumidor generó esos cambios» a partir de sus nuevos hábitos y se generó «un cambio fenomenal».
Por su parte, Sebastián Lopes Perera, director de Marketing & Estadísticas, observó grandes cambios en los últimos tres años en relación con el consumo masivo.
«Antes de la pandemia, el 60% de los consumidores iba una vez por semana al lugar principal de compra; durante y luego de la pandemia, esa frecuencia de visita al lugar más frecuente de compra toma más distancia y el modo en la frecuencia es la compra quincenal», y luego «hace compras microscópicas en los lugares de barrio, fiambrería, carnicería, verdulería; hay un recorrido más traccionado por la cercanía que por el precio».
Dijo que «otro cambio abrupto se dio en la venta online, que prepandemia venia creciendo lentamente y representaba 1,5% de la facturación de los supermercados», y «después de dos años de pandemia, la venta online en el modelo del supermercadismo se multiplica y llega a 3,5%; eso llegó para quedarse», aseveró.
Lopes Perera se refirió además al consumo de experiencias «que pueden ser ir a comer una hamburguesa el fin de semana o ir a la Costa», y proyectó que lo que va a persistir pese a todos los cambios es que «a las personas les gusta juntarse con otras personas, las relaciones se van a seguir manteniendo; claramente la oferta va a tener que tener una experiencia cada vez mejor».
A su turno, Karen Bruck, vicepresidenta de Marketplace de Mercado Libre, dijo que antes de la pandemia había un promedio de compra por usuario de siete veces al año y que ahora se incrementó a 9,5 veces, lo que «muestra que los usuarios se animaron, comprobaron que había muchas ventajas de comprar online y permanecieron en el canal».
Señaló que se generó una necesidad «de recibir el producto en tiempo récord; te demorás un día más y el usuario queda muy enojado, es un nuevo nivel que logramos y que ahora llegó para quedarse, los usuarios quieren cada vez más ese producto más rápido».
En tanto, Alan Aurich, CEO de Havanna, sostuvo que «empieza a haber una demanda de que quiero comer cosas sanas», y destacó que «dos de cada tres consumidores dejaron de consumir harina y azúcar».
«Eso nos interpela a nuestra compañía al máximo; en 2017 vislumbrando esta tendencia hicimos al lado de nuestra planta una planta sin TACC; hoy el alfajor más vendido es el de harina de almendras, no el tradicional», afirmó.
Hernán Grimoldi, gerente de Marca de Grimoldi, dijo que «la idea de que la felicidad esta más relacionada con la compra de experiencia que de bienes es algo que estamos viendo», y que las marcas deben «generar historias que sean lo suficientemente atractivas como para que el consumidor esté dispuesto a pagar un premio por asociarse a esa marca».
Algo que no va a cambiar es «la necesidad de aportarle creatividad al producto, no imagino un futuro de todos vestidos iguales, podemos cambiar la manera en que compramos, los hábitos, priorizar categorías sobre otras, pero la necesidad de tener algo distinto, que aporte valor, que guste, eso va a seguir siendo una necesidad», concluyó.