
últimos años, muchas personas se han volcado al mundo del emprendedurismo, es
decir, que han decidido comenzar sus propios negocios. Algunos los llevan
adelante como complemento de sus empleos en relación de dependencia, mientras
que otros los han erigido como su principal fuente de ingresos.
serían algunos de los tips a tener en cuenta? El primero es el de desarrollar una
idea original, algo que puede considerarse obvio pero no por eso menos
importante. La creatividad no es sencilla y en muchas ocasiones los
emprendimientos fracasan porque no son más que una mera copia de otro negocio.
Ir detrás de lo que “está de moda” o “lo que funciona” no siempre es sinónimo
de éxito. Imprime una característica propia que haga que tu negocio se destaque.
segundo punto, podemos enunciar la visibilidad. El espacio físico donde esté
emplazado debe ser acogedor y confortable para los clientes, y estar en un
lugar visible. Lo mismo vale para aquellos que realizan sus actividades de
manera virtual. El sitio debe invitar a los usuarios a transitarlo y permanecer.
Implementa estrategias de posicionamiento y uso de redes sociales para mejorar
la ubicación de tu negocio en la web.
tercer lugar, aconsejamos mantener los costos de tus productos o servicios
bajos. Esto te permitirá ofrecer ofertas o precios más económicos para resaltar
entre tus competidores.
último, mencionaremos el financiamiento. Algunos emprendedores pueden contar
con cierto dinero para impulsar su idea, pero muchos recurren a un préstamo y los
problemas surgen a la hora de pagar los intereses de esa deuda. Si bien los intereses
no suelen ser negociables, aquí compartimos consejos para reducir intereses a
saber:
tus préstamos con tus ahorros y asegúrate de que los cargos iniciales no sean
mayores que el interés total. Si no lo son, evitarás pagar intereses y te habrás
ahorrado ese dinero a largo plazo
y compara a las entidades financieras, ya que muchas van cambiando sus tipos de
interés constantemente. Si estás pendiente de estos cambios, podrías
encontrarte con un tipo de interés mucho más favorable en otra compañía. Si te
topas con esta opción, puedes aprovecharla pidiendo un nuevo préstamo con un
tipo de interés más bajo y devolviendo el que ya has solicitado utilizando este
dinero.
la cantidad principal más rápido, debido a que los pagos adicionales suelen
recaer en la cantidad principal de tu deuda. Los cargos iniciales muchas veces
se realizan cuando devuelves la suma al completo. Plantéate pagar pequeñas
cantidades para ir reduciendo el principal a lo largo del tiempo. Ten en cuenta
que el tipo de interés está directamente relacionado con la cantidad que debes,
y que, a medida que ésta se va reduciendo, lo mismo ocurre con éste. Haciendo
esto también reducirás el período general de pago de tu préstamo, lo que a la
larga acabará repercutiendo en unos intereses generales más bajos.
gastar más para gastar menos. Lo que puede parecer barato a primera vista puede
acabar teniendo costes ocultos e inesperados a nivel de intereses, además de
generar gastos en reparaciones, algo que no ocurre con los artículos nuevos. Así
que cuando adquieras un producto, nunca te dejes llevar por su valor nominal:
calcula los préstamos y medita bien tu decisión, planteándote si tu inversión
va a ser rentable o si estás pagando una tasa para reducir los riesgos que otra
persona está corriendo.
tu historial de crédito y haz tus deberes. Puedes influir en el interés que se
te ofrecerá manteniendo tu historial crediticio en orden. Antes de solicitar un
préstamo, intenta devolver cualquier crédito pequeño que hayas pedido con
anterioridad y revisa que has abonado todas tus facturas y que no has abusado
de tus tarjetas de crédito.