La caída de la inflación en 1,4 puntos porcentuales de octubre a noviembre es un punto de partida para la estrategia del equipo económico, que atribuye ese camino virtuoso a decisiones puntuales como el ordenamiento fiscal, el fin del financiamiento al Tesoro con emisión monetaria y la puesta en marcha del programa Precios Justos, entre otras acciones.
«Estamos conformes pero no contentos, el número sigue siendo alto para lo que pretendemos que sea la recuperación del poder de compra de los argentinos. Nuestro objetivo es que la inflación de abril tenga el 3 adelante», señaló hoy el ministro de Economía, Sergio Massa, al referirse a los datos difundidos ayer por el Indec, que marcaron una suba del 4,9% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en noviembre.
Este registro del IPC marcó una fuerte desaceleración respecto al 6,3% registrado en octubre, acumulando en los once primeros meses del año un alza de 85,3% y una suba anual del 92,4%.
«Hace 120 días, cuando arrancamos esta tarea, nos propusimos recorrer cada 70 días una baja progresiva de la inflación con medidas económicas y una serie de acuerdos», indicó el Jefe del Palacio de Hacienda en declaraciones radiales y destacó la necesidad de «mantener los niveles de inversión pública porque es importante bajarla sin dañar el tejido productivo ni el nivel de consumo de la gente».
Fuentes del equipo económico precisaron hoy que la caída de la inflación se sustentó, entre otros motivos, en la suspensión del financiamiento vía emisión que venía realizando el Banco Central al Tesoro.
También se destacó la política de tasas positivas y el ordenamiento de las reservas internacionales netas, «que pasaron de negativas (- US$ 426 millones) a positivas (+ US$ 7.000 millones).
Asimismo, las fuentes consultadas pusieron de relieve que «se ordenaron las relaciones y desembolsos del FMI (Fondo Monetario Internacional), BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y Banco Mundial».
En el plano fiscal, desde la cartera de Hacienda subrayaron que se ordenó el gasto, bajando del 12,4% de déficit en agosto a cumplir la meta del 2,5% acordada con el FMI.
«Creo que, si respetamos los acuerdos y si nosotros hacemos nuestra tarea en materia de programa macroeconómico y de metas, la mayor responsabilidad es del equipo económico y del gobierno, pero si contamos con un trabajo articulado con los sectores empresarios de la Argentina podemos darle estabilidad de precios a los argentinos», reflexionó el ministro.
En cuanto a las expectativas inflacionarias para diciembre, indicó que «es un mes que tiene mayor demanda y obviamente eso genera tensión en los precios, pero estamos trabajando para que también diciembre sea un mes sin sobresaltos inflacionarios».
En Economía también resaltan la puesta en marcha de un programa de precios, con sendero en 49.000 productos de consumo masivo y de producción, y precio fijo en 2.000 productos que explican 68% del consumo de la gente, en alusión al programa Precios Justos implementado a partir del 11 de noviembre.
Por otra parte, se implementó un nuevo régimen de comercio exterior controlando la fuga de dólares por las ´Simis´, en referencia al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones, que fuera reemplazado por el SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina).
«Tenemos que lograr una rebaja de la inflación que construya que el impacto de la paritaria mejore el ingreso de nuestros trabajadores y trabajadoras», indicó Massa.
En cuanto a los precios de noviembre, la medición del Indec determinó que la división de mayor aumento fue el rubro Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (8,7%), dentro de la que se destacó el incremento de los servicios de electricidad y gas a raíz de la segmentación de tarifas en todo el país.
En ese esquema de reacomodamiento de subsidios, también se sintió el impacto específicamente en el Gran Buenos Aires (GBA), donde se sumó el aumento de agua también por segmentación.
Le siguieron en importancia el rubro Comunicación (6,4%), sobre la que incidió principalmente la suba de los servicios de telefonía e internet, y Bebidas alcohólicas y tabaco (6,3%).