Si uno va a viajar, ya sea por trabajo o por placer, siempre es mejor pagar menos. Y es que no es un mito que los pasajes a un mismo destino en un mismo vuelo pueden variar muchísimo en sus precios. Esas variaciones dependen de diversos factores, que van desde trucos informáticos hasta preferencias a la hora de buscar ofertas.
Es verdad que, como dice la publicidad, siempre se pueden encontrar vuelos baratos en Avantrip, pero, aun así, habrá más ofertas disponibles si se siguen algunos consejos.
El primero y fundamental se puede resumir bajo el paradigma de la «flexibilidad». Aunque ayuda, no se trata sólo de viajar en temporada baja. Muchas veces, retrasar o adelantar un día un vuelo puede ser diferencial para bajar los precios. Es que una celebración popular, un congreso, un evento deportivo o un concierto pueden hacer que los pasajes y alojamientos a un destino suban rápidamente. Por ello, siempre es recomendable revisar las agendas web que muchas ciudades publican y permiten prever este tipo de acontecimientos.
Si se quieren conseguir mejores resultados, la flexibilidad debe notarse a la hora de elegir los días de la semana para viajar: siempre es recomendable hacerlo en jornadas «no turísticas», es decir, de martes a jueves, y evitar los fines de semana.
El itinerario también se debe amoldar a ese precepto: las escalas, los horarios menos habituales y los aeropuertos secundarios pueden ayudar. Puede pasar que vuelos con escalas mínimas que se abordan de madrugada valgan miles de pesos menos que los directos en horarios «cómodos».
Respecto de los aeropuertos, muchas aerolíneas «low cost» utilizan lugares alternativos a las grandes terminales aerocomerciales. Aunque quedan un poco más lejos de los centros urbanos, suelen estar conectados con redes de transporte público que los hacen igual de accesibles que el resto. Para citar un ejemplo, hay cuatro de estos en Londres: Luton, Gatwick, Stansted y London City. Todos se encuentran en un radio de 40 a 70 kilómetros del centro de la capital inglesa, a la que se puede llegar gastando cerca de 10 euros.
Por otra parte, aunque los paquetes de viajes insisten en promociones para vender los pasajes ida y vuelta, en algunas ocasiones es posible encontrar mejores precios comprando dos tramos: uno hacia el destino y otro de retorno al hogar.
También hay que tener cuidado con las empresas low cost o con aquellas que no lo son pero ofrecen viajes sin ningún servicio. Elegir un asiento, despachar una pequeña valija y llevar una mochila en la cabina puede significar un costo extra que se debe contemplar a la hora de confirmar el pasaje.
Finalmente, el truco informático. La mayor parte de los sitios web que se visitan dejan en la computadora o en el celular un archivo conocido como “cookie” que -en principio- sirve para rastrear las preferencias del usuario y hacer ofertas mejor direccionadas. Cuando una persona busca “en qué momento del año conviene viajar a Brasil” es común que luego todas las publicidades sean sobre viajes a ese país. Los sistemas registran esos deseos y las aerolíneas se valen de eso para subir los precios. Por eso, siempre es conveniente borrar las cookies de tu navegador, usar el modo incógnito o lo comprobar el precio desde otro dispositivo antes de hacer efectiva la compra.