La espera hasta la difusión de los primeros resultados oficiales están marcadas por la tensión y la expectativa en los comandos electorales de las fuerzas nacionales. Las encuestas a boca de urna y las denunciadas maniobras que podrían realizarse en el proceso de digitalización de telegramas hacen que los minutos no corran para los candidatos.
Las bocas de urna parecen arrojar números no alentadores para las filas de Juntos por el Cambio. Aunque se muestran expectantes, todo parece que la elección en Córdoba muestra porcentajes por debajo de los esperados y un ascenso importante del kirchnerismo si se lo compara con octubre. Más reñida sería el resultado en la Provincia de Buenos Aires y mucho más holgada en el hogar de Cambiemos, la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, Marcos Peña afirmó después de las 19:15 que se tratan de «encuestas dibujadas».
La contracara es el espacio del Frente de Todos, donde se augura una victoria nacional. «Dos tercios de los argentinos le dijeron que no a este gobierno», dijo Santiago Cafiero el jefe de campaña del precandidato a presidente del Frente de Todos, Santiago Cafiero.
Con respecto a las objeciones que Todos presentó por el sistema de recuento de votos provisorios y por la empresa Smartmatic, Cafiero dijo que «las dudas se mantienen, por eso montamos el Centro de Verificación electoral, con 500 voluntarios que están cargando los datos que nos envían nuestros fiscales».
Por su parte, Armando Torres, el jefe de campaña de Consenso Federal, afirmó hoy que “la polarización fue fomentada por el partido de gobierno y por el Frente de Todos, que se han elegido como adversarios mutuos”, desde el bunker de campaña en del centro porteño.
El dirigente Fernando Rozas, por su parte, ratificó que las expectativas de Consenso Federal “son muy buenas”, e informó que estudian hacer algunas presentaciones ante la justicia electoral ante la falta de boletas de su partido en algunos colegios del partido bonaerense de La Matanza.