concentración de personas en pocos kilómetros cuadrados y el alto valor de la
tierra que ellos habitan. Aunque existen excepciones, esos rasgos dan como
resultado bajas tasas de espacios verdes.
tiempo en la necesidad de multiplicar los espacios naturales en los
conglomerados urbanos y recomienda que haya 15 metros cuadrados
«verdes» por habitante. La realidad es alarmante en muchas ciudades latinoamericanas
donde esa tasa no llega, siquiera, a 4 metros.
son cada vez más las empresas y los habitantes particulares que se suman a la
tendencia global de utilizar jardines colgantes o verticales.
de aliviar la falta de verde en casas, oficinas y departamentos. Un pequeño
patio, el balcón, o una terraza pueden servir para desplegar una variedad
impensada de plantas que, además de embellecer el entorno tiene considerables
ventajas ambientales.
verticales para los salones de usos múltiples o en sectores de las fachadas
para ocultar los antiestéticos motores de aires acondicionados.
aislación acústica y térmica durante el invierno y el verano. Eso se traduce en
una reducción del consumo energético por ahorro de electricidad o gas para
calefaccionar o refrigerar los ambientes.
filtrando de polvo y partículas contaminantes.
Algunas estimaciones dicen que un muro verde de 30 m2 atrapa y filtra 20
toneladas de gases nocivos por año, además de apresar y procesar 10kg de
metales pesados.
recomienda emplear algunas plantas nativas de la zona, ya que no deben
adaptarse a las condiciones climáticas y también contribuye a fortalecer el
ecosistema local.
especializan en el montaje de estos muros verdes de acuerdo con las características
del ambiente y los gustos de los clientes.
«los jardines colgantes de Babilonia» es que el rey Nabucodonosor II
los creó en el año 600 antes de Cristo para que su esposa no extrañara la
belleza natural de su tierra de crianza. Aunque muchos descreen de la
existencia real de ese «edén» bien puede valer su ejemplo para que
las nuevas ciudades den el mayor espacio posible a una naturaleza a la que se
debe volver para llegar a un mayor bienestar físico, mental y social.