Luego de que la administración que encabeza María Eugenia Vidal anunciara la apertura de un programa de retiros voluntarios para los empleados públicos de la provincia, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) bonaerense calificó a esa medida cómo «parte del ajuste sobre los estatales».
«Esta es una manifestación más del ajuste feroz que se está desatando sobre la clase trabajadora y la rechazamos de plano», selaló el secretario general de ATE Buenos Aires, Oscar De Isassi, quien entendió que se trata de «un combo para reducir masa salarial y achicar gasto público en términos de personal».
El dirigente gremial consideró que se trata de «la clásica ecuación del ajuste», la vinculó con las políticas «de los ’90», y opinó que la medida «genera falsas expectativas».
«Intentan hacerles creer que se van y con ese subsidio van a poder ponerse un comercio o mantenerse hasta conseguir otro trabajo cuando, en realidad, el que pone un comercio luego lo tiene que cerrar y el que tiene buscar trabajo, no lo encuentra», aseveró De Isasi.
Según el decreto, que sería publicado en los próximos días en el Boletín Oficial, el pago convenido en el retiro se efectuará mediante un sistema de un abono inicial en el momento de la baja y «cuotas mensuales, iguales y consecutivas».
Así, la norma determinaría que, entre 2 y 5 años de antigüedad, los estatales que se sumen al retiro voluntario percibirán 10 cuotas: las primeras cuatro, en el momento de la baja y, las restantes, en 6 meses consecutivos. En tanto, para los que tengan entre 6 y 7 años de antigüedad, serán 15 cuotas en total, 6 iniciales y 9 mensuales.
«Tiene que ver con la línea de trabajo de Mauricio Macri y de Cambiemos en general. Son cuatro términos: paritarias a la baja, despidos masivos, jubilaciones compulsivas y, ahora, retiros voluntarios», analizó el titular de ATE en el distrito bonaerense.