Hoy a las 15 horas está prevista una nueva audiencia entre los trabajadores y empresarios de Cresta Roja, en la sede central del Ministerio de Trabajo con el fin de hallar una solución al conflicto.
Trabajadores de Cresta Roja volvieron a cortar parcialmente ayer el tránsito sobre la autopista Jorge Newbery, en la dirección a la Richieri, rumbo a la ciudad de Buenos Aires, para reclamar la reincorporación de 51 despedidos y la reapertura de dos plantas cerradas en la madrugada por la empresa.
Cresta Roja, que cuenta con unos 2.250 empleados, en las localidades bonaerenses de Monte Grande y El Jaguel, dispuso el cierre preventivo de las plantas situadas en el municipio bonaerense de Esteban Echeverría por considerar que «el gremio que reúne a sus operarios no acató la conciliación obligatoria dictada el viernes pasado por el Ministerio de Trabajo».
“La conciliación fue medio turbia porque arranca las actividades de la empresa pero con los 51 despedidos afuera”, aseguró Diego Chávez, uno de los trabajadores despedidos a Télam.
Chávez señaló que “la gente vino a presentarse en su horario de trabajo y no dejaron entrar a nadie: están los portones cerrados directamente, ayer no hubo actividad en ninguna de las dos plantas”.
Asimis, agregó que «desde temprano resolvieron cortar la autopista «en el mismo lugar que el viernes, frente al acceso a una de las plantas, a la espera de una respuesta de la empresa, del Ministerio de Trabajo y de la gobernadora (bonaerense) María Eugenia Vidal, que dijo que no iba a aceptar ningún despido”.
Por su parte, Santiago Perea, gerente general de Ovoprot Argentina, propietaria de Cresta Roja, señaló a Télam que “las plantas están cerradas porque el sindicato no acató la conciliación obligatoria y si la gente no va trabajar, no podemos cargar pollos que se mueran en los camiones”.
“Con los 51 despedidos no hay vuelta atrás, porque no son trabajadores, son barrabravas que tienen amenazados a toda la planta”, afirmó.
Perea sostuvo que un grupo de trabajadores son quienes generaron el conflicto porque “perdieron las elecciones gremiales y tomaron el poder por la fuerza” y señaló que “como parte del problema” a la Federación de los Trabajadores de la Alimentación de la Provincia de Buenos Aires que conduce Luis Bernabé Morán.
«Ése es el meollo del problema, no hay un problema laboral”, insistió el ejecutivo al afirmar que “no hay solución a los despidos, porque los despidos no tienen solución”.