Organizaciones sociales y políticas recuerdan a los militantes barriales Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, al cumplirse 15 años de su asesinato a manos de la policía bonaerense durante una protesta de desocupados frente a la estación de Avellaneda, que dejó decenas de heridos con bala de plomo y más de un centenar de arrestos.
Hoy a las 11 comenzará una marcha que interrumpirá el acceso al Puente Pueyrredón en ambas direcciones para recordar a los militantes asesinados y exigir que la justicia avance en la investigación por las responsabilidades políticas de lo que se conoce como «Masacre de Avellaneda».
Las actividades comenzaron ayer con una jornada cultural en las inmediaciones de la estación que lleva el nombre de los jóvenes asesinados, ubicada en avenida Hipólito Yrigoyen al 400, en el partido bonaerense de Avellaneda.
Se instalaron puestos de comidas y productos elaborados por organizaciones sociales, con actividades recreativas en el anfiteatro de la estación, se inauguró una escultura en homenaje a Santillán y Kosteki y se expusieron fotografías e intervenciones visuales.
A lo largo de la jornada se presentaron una obra teatral, un panel que abordó los desafíos del movimiento de trabajadores y otro analizó la «avanzada conservadora y resistencias populares en América Latina».
Por el doble homicidio de Kosteki y Santillán, la justicia condenó en 2006 a prisión perpetua al ex comisario de la bonaerense Alfredo Luis Fanchiotti y al ex cabo de la misma fuerza Alejandro Acosta.
Sin embargo, familiares de las víctimas y referentes de organismos de derechos humanos reclaman que la investigación continúe y cite a declarar a quienes acusan de «dar la orden de reprimir al pueblo»: Eduardo Duhalde -por entonces presidente de la Nación-, Felipe Solá -ex gobernador bonaerense- Juan José Álvarez -ex secretario de Seguridad-, Alfredo Atanasoff -ex jefe de Gabinete bonaerense-, Carlos Ruckauf, Luis Genoud, Aníbal Fernández -ex secretario de la Presidencia-, citaron entre otros.
En ese marco, el pasado miércoles organizaciones sociales encabezadas por la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel acompañaron a los familiares y querellantes a los Tribunales de Comodoro Py para pedir al titular del juzgado 4, Ariel Lijo que «avance en las investigaciones, cite a indagatoria a quienes para la querella son acusados y no permita que prescriba la causa que ya lleva 15 años», según indicó a Télam, Leonardo Santillán, hermano de Darío.
«El juez nos aseguró que la causa no iba a prescribir y nos pidió que hagamos las presentaciones que se necesitan como querellantes», aseguró Santillán, quien lamentó tener que «hacer el trabajo que no hace la justicia».
Aunque se esperan las declaraciones de ex funcionarios nacionales y provinciales, el expediente cuenta con siete testimonios de funcionarios políticos locales y el de Cortiñas, quien declaró que al hablar telefónicamente con el entonces gobernador Solá para ponerlo en conocimiento de la represión por parte de la policía bonaerense, le respondió: «se están matando entre ellos».