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Vecina de Escalada recibe premio en París como talento joven de la ciencia


Por segundo año consecutivo, una vecina de la zona sur del
conurbano fue premiada por el programa «Por las mujeres en la
ciencia» de L’Oréal-UNESCO (el año pasado había sido la viróloga Andrea
Gamarnik). Julia Etulain tiene 33 años, vive en Remedios de Escalada, y ganó la
beca «International Rising Talents» (talentos emergentes). En otras
palabras, fue distinguida como una de las 15 jóvenes investigadoras más
prometedoras, que tienen el poder de cambiar al mundo. Es la primera vez que
una argentina gana en esta categoría.
Su proyecto consiste en la optimización del Plasma Rico en
Plaquetas (PRP) para su aplicación en medicina regenerativa. Las plaquetas son
células sanguíneas. Hoy se sabe que tienen el potencial de promover la
regeneración de tejidos (tendón, músculo, cartílago, hueso) a través de la
liberación de varias moléculas que se denominan factores de crecimiento.
«Este proyecto fue mi idea. Se lo presenté a mi
directora, le mostré los objetivos y empezamos con los experimentos en 2015.
Durante nueve meses fueron todos fracasos. Casi lo abandono, hasta que me
dieron el premio nacional L’Oréal-UNESCO», recuerda. Gracias a aquella
primera beca local, ahora pudo ganar la internacional. Consiste en 15.000 euros
para usar en investigaciones, además de darle visibilidad y abrirle numerosas
puertas.
Julia propone una técnica simple y económica que sirve para
curar heridas, desde las más pequeñas hasta las complejas, como las úlceras de
pacientes diabéticos o las quemaduras. Cuando el tejido no sana, puede
ocasionar diversas complicaciones clínicas, incluidas la pérdida de la
funcionalidad de una parte de nuestro cuerpo, la amputación de un miembro, cáncer,
o infección.
“Hay varios métodos para regenerar los tejidos –como la
impresión 3D y las terapias con células madre– pero son carísimos y en
Argentina no se consiguen. Acá no existe una alternativa», señala Etulain.
A su propuesta la define como «baratísima». «De 40 mililitros de
sangre, que es un tubo, podés sacar 20 mililitros de PRP. Ese procedimiento
puede salir 100 o 200 pesos, y es suficiente para regenerar una herida de una
persona», detalla.
La científica explica que el uso clínico del PRP tiene unos
15 años en Argentina. Lo utilizan muy pocos médicos, todavía no se sabe cómo lo
aplican, y no hay publicaciones sobre el tema. Se trata de un método
alternativo: no lo hacen en todos los hospitales públicos, no lo receta
cualquier médico y no lo cubren las obras sociales. Sí es más común escuchar
sobre su función en los tratamientos estéticos. «El método es similar, lo
que es distinto es el tejido que se trata. Porque un tejido dañado tiene
ciertos procesos fisiológicos de inflamación. Es diferente a un tejido sano,
como puede ser la piel envejecida”, sostiene.
“A nivel ciencia, somos el primer grupo que usó PRP en
medicina regenerativa”, enfatiza Julia. Aunque el equipo está formado por 12
personas, ella es la única que se dedica full time a este proyecto. “Quiero
hacer algo más científico, oficial, que se haga en todo el país, porque ahora
se hace solo en Buenos Aires. Por eso entré al Comité del PRP de la Asociación
Argentina de Hemoterapia e Inmunoterapia. Es el único comité que existe en el
país para uso de PRP», continúa.
Sus investigaciones ya tuvieron una aplicación concreta. El
año pasado, en el Hospital Alemán, empezaron a hacer un protocolo clínico
usando PRP y Julia trabajó como asesora. Se probó en siete pacientes y el
resultado fue exitoso. «La idea es hacerlo en hospitales públicos»,
agrega esta joven que se define como «ambiciosa» en el plano
profesional, aunque también sueña con tener un bebé. Reniega de «la imagen
establecida de los científicos grandes y serios» y lucha contra cualquier
prejuicio que la tilde de inferior por el simple hecho de ser mujer. (Fuente:
Clarín)

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