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Así trabaja la empresa que fabrica simuladores de realidad virtual en Lanús

Un fanático del fútbol que quiera patear penales en la final del
mundial o una estudiante de Medicina que necesite practicar
intervenciones laparoscópicas tendrán la posibilidad de
experimentar esas vivencias vía realidad virtual (RV), a través de
las llamadas tecnologías de posicionamiento, cuyo desarrollo y
autorización oficial están hoy a nivel regional en manos de una
joven empresa ubicada en Lanús.
«Nuestra misión es bajar
las olas tecnológicas más importantes que salgan en el mundo para,
luego, adaptarlas, repensarlas e implementarlas en la escena local»,
afirmó en diálogo con Télam Martín González, gerente General de
Delta 3.
Su empresa, fundada hace apenas tres años junto con
cuatro socios, hoy cuenta con más de 20 trabajadores, entre
técnicos, programadores, ingenieros mecánicos y aeronáuticos, y
tiene oficinas en Buenos Aires, Córdoba y Bariloche.
«Hoy
podría decir que somos una empresa de realidad virtual e Internet de
las cosas. Pero, para ser más precisos, nuestro foco va cambiando
todo el tiempo de acuerdo a las innovaciones tecnológicas»,
describió el directivo.
Télam recorrió su taller, una casona
de un Lanús transformada en un laboratorio de innovación, donde
entre cables tirados en el piso, herramientas, computadoras y piezas
incompletas, los técnicos trabajaban en un clima de equipo.
En
paralelo, en el garage del lugar un grafitero ponía a punto el stand
con el que la empresa estará representada este sábado en la «VR
Night – La Noche de la Realidad Virtual», la exposición de la
industria local de RV que tendrá lugar mañana en el Centro Cultural
San Martín.
«La tecnología de posicionamiento se usa para
ubicar objetos dentro de la experiencia virtual y nosotros somos los
únicos en América Latina con autorización y conocimiento para
desarrollarla. Así, vamos a empezar con una pelota, para seguir
luego al plano médico y de entrenamiento de operadores que se
desempeñan en ambientes peligrosos», explicó González.
«Somos
los únicos en América Latina que tenemos la capacidad y
autorización por parte de HTC (uno de los principales fabricantes
mundiales de cascos de RV) para desarrollar los dispositivos que
necesitan esos cascos, los cuales tienen tecnologías de
posicionamiento», destacó.
Más allá de los planes a
futuro y a diferencia de la mayoría de la firmas argentinas de RV,
que ponen el foco en el área de contenidos, Delta 3 ya cuenta con
una serie de equipos terminados.
Expuestos en sus oficinas en la
Ciudad de Buenos Aires, donde además trabajan los ingenieros de la
compañía, entre estos dispositivos se destaca un simulador de
manejo: con la estructura de un kárting, el usuario se puede subir,
colocar el casco de realidad virtual, poner las manos en el volante y
apretar el acelerador para sentir que conduce a máxima velocidad en
una carrera de autos.
«Este hardware es algo que no está
haciendo prácticamente nadie en el país. De hecho, en el panorama
de la industria de la realidad virtual, las compañías suelen estar
dedicadas más al software», indicó González.
Delta 3
también trabaja actualmente es un simulador de vuelo, «disruptivo»
porque con un mismo aparato los pilotos van a poder entrenarse en
distintos modelos de aviones.
Otra de las iniciativas
planificadas es un simulador de intervenciones laparoscópicas para
que estudiantes de Medicina puedan contar con todo el instrumental
que necesitan para experimentar cirujías.
«En este sentido,
lo que va a estar debajo de la sábana en el simulador no va a ser el
paciente sino el dispositivo, en el marco de una escena que refleja
al 100% la intervención. Así el estudiante no solo podrá practicar
la operación sino también vivir la situación de estrés, bajo la
inmersión que ofrece la realidad virtual», subrayó González.

Con este tipo de desarrollos, la empresa busca ir más allá de
lo lúdico (tipo videojuegos) y meterse en áreas como la medicina o
el entrenamiento de trabajadores en ambientes peligrosos (bomberos,
rescatistas, fuerzas de seguridad).
Otro de los focos en los que
trabajan en Delta 3 es Internet de las cosas, que «no es solo
programar la cafetera o prender el aire acondicionado», aclaró
González.
«Internet de las cosas es mucho más poderosa
cuando se la entiende desde un punto de vista industrial. Por
ejemplo, si tenemos una fábrica con 20 máquinas produciendo, se
pueden crear alertas que te avisen cuándo va a fallar» una de
ellas, ejemplificó.
También mencionó que lo mismo puede hacerse
en un auto, ya que toda la información vinculada con su temperatura,
presión en neumáticos, agua, frenos, dirección ya está en la
computadora del vehículo.
«Esa información está, el
desafío hoy es cómo la usamos para que sea útil», siguió
González, y afirmó: «Una frase que se dice ahora mucho es ‘el
dato es el nuevo petróleo’. Porque es la materia prima con la que
vamos a poder hacer un montón de cosas».

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