
Durante una ronda de las inspecciones de rutina, la Patrulla Ambiental de ACUMAR detectó vuelcos clandestinos y descargas ilegales en los desagües pluviales que contaminaban el Riachuelo y que provenían de la empresa grasera Hebos SA que, durante la jornada de ayer, quedó clausurada.
“Levantamos los registros pluviales de la calle Otamendi y comprobamos que los vuelcos venían parcialmente de esa empresa. Después ingresamos y pudimos constatar que la fábrica era la que estaba volcando de manera ilegal. Se clausuró y se imputarán infracciones”, expresó el Coordinador de Fiscalización de ACUMAR, Guillermo Strilker.
ACUMAR actualizó su normativa vinculada a la fiscalización industrial,
los procedimientos y figuras legales asociadas. La resolución 12/2019
está vigente desde enero de 2019. Simplifica el proceso de control
industrial y promueve el trabajo coordinado con otros organismos de
control. Es más exigente y prevé sanciones que pueden superar los 6
millones de pesos
Además, la autoridad de la cuenca también procedió a la clausura de la empresa satinadora Delisi SRL en Avellaneda. “Allí detectamos la misma medición de PH ácido que en el pluvial producto del vuelco ilegal así que hicimos una clausura preventiva sobre ese sector de la empresa”, continuó Strilker.