El aumento de la temperatura del ambiente es un fenómeno que año tras año se va sintiendo más pero que muchos líderes mundiales como el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, prefieren desestimar.
En ese contexto, diversos estudios han intentado medir el impacto del cambio climático en las últimas décadas y cómo podría ser el futuro dentro de algunos años.
El área metropolitana de Buenos Aires y, en este caso Lanús, vería aumentar la cantidad de días con temperaturas por encima de los 32 grados, según un estudio publicado por el diario The New York Times.
Si en la década del 2010 la cantidad de días con teperaturas superiores a 32° estuvo por encima de 11 el calentamiento global podría generar que, hacia 2057, en el área de Lanús se pueden producir entre 16 y hasta 26 días con esos valores. Es decir que, los lanusenses del futuro podrían pasar casi un mes «asandose a fuego lento».
El estudio realizado por un grupo de científicos del clima, economistas y analistas de datos afirma que «es probable que el área de Lanús sienta ese calor adicional incluso si los países toman medidas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
A continuación, el escenario para Lanús:
Mientras que ciudades como Madrid podrían llegar a triplicar la cantidad de días con esas temperaturas, otras regiones del globo, como es el caso de Indonesia, podrían pasar a tener más de 9 meses al año con esas condiciones.
Se ha descubierto que las temperaturas altas en todo el mundo aumentan el riesgo de enfermedad y muerte, especialmente entre las personas mayores, los bebés y las personas con afecciones médicas crónicas. Las poblaciones de bajos ingresos, también son más propensas a sufrir los impactos del calor extremo.
Un aumento en los días de 32 grados también será más peligrosa en las regiones húmedas que en las secas ya que en esos lugares «los humanos no pueden evaporar fisiológicamente el sudor tan fácilmente, y no pueden enfriar sus cuerpos de manera efectiva».
El calor elevado también afecta la producción de alimentos y puede aumentar la demanda de electricidad. Los días de 32 grados más frecuentes también podrían exacerbar las condiciones de sequía y fuego en ciertas regiones.